Bloomberg Línea — El gobierno salvadoreño celebró recientemente 365 días no consecutivos sin homicidios, un hecho que calificó sin precedentes en la historia del país centroamericano.
La estrategia de mano dura, como parte de la ‘Guerra contra las Pandillas’ y el régimen de excepción que implementa el país desde marzo de 2022, ha derivado en la detención de 68.500 personas, a quienes las autoridades llaman terroristas por sus presuntos nexos con estructuras criminales, y de ese total, al menos 1.000 son cabecillas (líderes) de maras, según Gustavo Villatoro, titular del Ministerio de Justicia y Seguridad.
Sin embargo, un 7% de las personas capturadas, equivalente a 5.000 personas, han sido liberadas por no estar vinculadas con grupos de pandillas, dijo el funcionario en una entrevista a un medio televisivo.
Dentro del plan, el Gobierno habilitó en febrero pasado el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una megacárcel con capacidad para 40.000 personas, “quienes estarán incomunicadas con el mundo exterior”.
Las imágenes de los traslados de los reos, a quienes se les ve descalzos, con la cabeza rapada, el torso desnudo, agachados y esposados, circularon por todo el mundo.
El presidente colombiano Gustavo Petro calificó la cárcel de “campo de concentración”, un criterio que originó varios enfrentamientos entre los mandatarios de ambos países en Twitter.
La popularidad de Bukele
Bukele, de 41 años, goza de popularidad dentro y fuera de su país. El último sondeo de Dataworld lo ubica con un índice de aceptación de 91% (92%, según CID Gallup), más que cualquier otro mandatario de la región.
Su imagen de presidente millennial ‘cool’ que presume de convertir a El Salvador en el país más seguro de América Latina ha atraído a personas de todas partes agobiadas por la delincuencia y la violencia.
Un sondeo hecho por Datexco para la W Radio publicado esta semana mostró que el 67% de 700 colombianos encuestados está de acuerdo con la megacárcel; en tanto, el 55% de los entrevistados respondió que le gustaría para Colombia un presidente como Bukele y un 26% respondió que no le gustaría.
José Antonio Potes Cáez, joven de 27 años, oriundo del Valle del Cauca, viajó a El Salvador con el fin de trabajar y ayudar económicamente a su familia, tras ilusionarse con la calidad de vida que Bukele dice que hay en El Salvador.
Sin embargo, estuvo encarcelado en el país centroamericano por tres meses, al parecer, al ser señalado por las autoridades salvadoreñas de ser marero por un tatuaje que tiene en el pecho.
Sus familiares en Colombia alertaron sobre el caso, lo cual provocó una presión mediática y viralización en redes, que eventualmente llevó a que las autoridades salvadoreñas lo liberaran.
Al regresar a su país, el 30 de abril, relató al informativo de televisión Noticias Uno que fue obligado para que dijera que no lo habían enviado a la cárcel al ser señalado de pertenecer a una pandilla.
Luego de que se conociera de su situación en El Salvador, la revista Semana reveló un video exclusivo en el que joven negaba que fue encarcelado por ser pandillero, pero su versión cambió al regresar a su país.
“Lo que (afirmé) fue como ellos me lo dijeron. Con la ropa con la que salgo es la misma con la que salí de la cárcel, la que ellos me compraron”, dijo Potes Cáez.
Denuncias de muertes bajo custodia
Sobre el caso del colombiano, la abogada penalista salvadoreña Lucrecia Landaverde aseguró que “es un modus operandi de este crimen institucionalizado, donde a las víctimas cuando salen (de la cárcel) las amenazan y no pueden hablar, no pueden dar declaraciones a la prensa”.
Durante su participación en un espacio desarrollado por la organización política Movimiento Libertad, Landaverde agregó que tiene “muchísimos defendidos que tienen miedo a hablar”.
En ese mismo foro habló Ingrid Escobar, en representación de Socorro Jurídico Humanitario, institución que surge a partir de los actos arbitrarios en la ejecución del régimen de excepción “que a los salvadoreños les ha costado por lo menos 20.000 personas inocentes capturadas sufriendo cualquier vejamen y tortura dentro de centros penales”.
Además, según la iniciativa, de unas 200 muertes violentas por negligencia médica, entre otros, dentro de las cárceles “y eso es algo que nosotros no podemos callar. Nuestra institución justamente nace a partir de que se violentaron derechos humanos fundamentales”, dijo Escobar.
Por su lado, la organización Cristosal reportó 132 muertos bajo custodia del Estado salvadoreño en el primer año del régimen, y de ellos, un 94% de los detenidos que fallecieron no tenían vínculos con pandillas.
También, el Movimiento de Víctimas del Régimen ha recopilado cientos de casos de personas que llevan meses detenidas presuntamente por asociación ilícita y de otros muertos bajo custodia, como de Alfredo Isaías Andrade Martínez, quien falleció el 29 de abril en el penal de Santa Ana. El dictamen forense indica que la causa de su muerte fue por intoxicación o asfixia, sin embargo, la familia observó golpes en la espalda y el estómago.
Fenómeno propagandístico
En una columna de opinión, la periodista y editora chilena Carolina Vásquez Araya dijo que “somos observadores de uno de los fenómenos propagandísticos más impactantes de los últimos tiempos: el deslumbramiento colectivo ante una campaña hábil, cuyo propósito es convertir a un dictador emergente en uno de los líderes más populares de la década”.
El mismo Bukele se autodenominó ‘dictador’ en septiembre de 2021 al cambiar su biografía en Twitter como respuesta irónica al reclamo de organizaciones por la creciente concentración del poder.
En redes también circulan sondeos en los que se asegura que la mayoría de la población salvadoreña está de acuerdo con la reelección de Bukele, esto luego de que la Sala de lo Constitucional de la Suprema Corte de Justicia de El Salvador emitió en 2021 un fallo sobre el artículo 152 de la Constitución, que prohíbe la reelección inmediata.
También La Prensa Gráfica, uno de los diarios más importantes del país, entrevistó a 1.500 personas en febrero y un 68,3% de ellas dijo estar a favor de que Bukele busque la reelección en 2024.
