Bloomberg — La nueva consejera delegada de Vodafone Group Plc (VOD), Margherita Della Valle, ha presentado un plan para reactivar el crecimiento del gigante de las telecomunicaciones, prometiendo recortar empleos y simplificar la estructura corporativa de la empresa. Vodafone eliminará unos 11.000 puestos de trabajo en los próximos tres años, implementará cambios en su posicionamiento en Alemania e iniciará una “revisión estratégica” de su unidad española, según informó el martes la compañía con sede en Newbury (Inglaterra) en un comunicado.
El mes pasado, Bloomberg informó de que Vodafone había atraído el interés de posibles compradores para sus operaciones en España. Las acciones de la empresa bajaban más de un 5% antes de la apertura de las bolsas de Estados Unidos (a las 5h48, hora de Nueva York), a US$ 10,64,
Della Valle, una veterana de Vodafone que ha sido directora financiera y consejera delegada interina antes de recibir el cargo el mes pasado, es la encargada de dar un giro a la compañía, que ha sufrido la caída de los precios de las acciones y la dificultad para consolidar sus operaciones globales en expansión. En el comunicado, afirmó que reasignaría recursos para centrarse en el “servicio de calidad que esperan los clientes” y hacer crecer la unidad Vodafone Business.
“Nuestro rendimiento no ha sido lo suficientemente bueno. Para ofrecer resultados consistentes, Vodafone debe cambiar”, dijo en el comunicado. “Mis prioridades son los clientes, la simplicidad y el crecimiento. Simplificaremos nuestra organización eliminando complejidad para recuperar nuestra competitividad.”
El flujo de caja libre ajustado, una métrica estrechamente vigilada, caerá alrededor de un 31% hasta los €3.300 millones (US$3.600 millones) en el ejercicio fiscal que finaliza en marzo tras las desinversiones, pero también sufrirá un golpe debido a los “movimientos esperados del capital circulante”, dijo la empresa. Gran parte del descenso se debe a un cambio en la legislación alemana que afecta a la forma en que Vodafone puede cobrar dinero a los clientes, dijo un portavoz. Un consenso de estimaciones de analistas, recopilado por la empresa, situaba la cifra en €3.600 millones.
Se espera que el beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones después de arrendamientos sea de €13.300 millones de euros en el ejercicio que finaliza en marzo, cifra que Vodafone describió como “prácticamente plana” una vez que se tiene en cuenta la venta parcial de la unidad de antenas de telefonía móvil Vantage Towers y la desinversión de su negocio en Hungría.
El nuevo Consejero Delegado de Vodafone también tiene que lidiar con una serie de nuevos accionistas del sector de las telecomunicaciones, algunos de los cuales están manifestando cada vez más su deseo de influir en la dirección de la empresa. Emirates Telecommunications Group Co, o e&, no ha dejado de aumentar su participación y es ahora el mayor accionista de la empresa. El consejero delegado de la empresa respaldada por Emiratos, Hatem Dowidar, antiguo ejecutivo de Vodafone, se incorporará al consejo como director no ejecutivo, según informó Vodafone la semana pasada.
--Con la colaboración de Henry Ren
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