Bloomberg — No puedo trasladarme, no me moveré. Ese es cada vez más el mantra de los estadounidenses que buscan un nuevo empleo.
El porcentaje de solicitantes de empleo que se trasladaron para ocupar un nuevo puesto cayó al 1,6%, el nivel más bajo registrado, en el primer trimestre de 2023, según una encuesta trimestral que lleva décadas realizando la empresa de coaching ejecutivo Challenger, Gray & Christmas, Inc.
Detrás de este cambio de actitud se esconde un aumento pospandémico de los puestos a distancia e híbridos, que ha hecho posible que más trabajadores se queden donde viven aunque cambien de trabajo. Además, la subida de las tasas de interés ha encarecido la compra de una casa en otro lugar, sobre todo cuando también exige vender una vivienda ya existente, financiada con una hipoteca bloqueada a bajo costo.
Todo ello se suma a las tendencias a largo plazo que han hecho que los trabajadores estadounidenses sean cada vez más reacios a trasladarse, quizá porque la disminución de la seguridad del empleo ha hecho que los costes de la mudanza parezcan una inversión menos segura.
“En los años 80 y 90, casi un tercio de los solicitantes de empleo se trasladaban para ocupar nuevos puestos”, afirma Andrew Challenger, vicepresidente senior de Challenger, Gray & Christmas. “Ahora, los puestos remotos e híbridos mantienen a los trabajadores en casa”.
Alrededor de un tercio de las empresas estadounidenses afirman que la mayoría de sus trabajadores acuden a la oficina, según Challenger, frente al 13% del otoño boreal pasado. Aun así, muchos trabajadores se atrincheran en sus casas y se niegan a volver.
Menos de la mitad de los trabajadores fueron a la oficina en 10 de los mayores distritos empresariales de EE.UU. en la semana que terminó el 10 de mayo, según datos de Kastle Systems, una empresa de llaveros de oficina.
Los datos de Challenger proceden de una encuesta realizada a más de 3.000 solicitantes de empleo de todo el país.
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