Caracas — El nuevo valor de la Unidad Tributaria en Venezuela tuvo un ajuste de 2.150%, pasando de 0,40 a 9 bolívares según la publicación en Gaceta Oficial, que entró en vigencia el pasado lunes 8 de mayo por autorización del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat).
El aumento de la medida utilizada para determinar el monto de las multas y sanciones pecuniarias se da en medio de la falta de ajuste del salario mínimo, y es considerado un beneficio para una gran mayoría de los trabajadores de la administración pública con menores ingresos.
“El nuevo valor de la UT excluye del ISLR a gran parte de trabajadores del sector público y mantiene como contribuyentes del ISLR a PN con ingresos por encima de los Bs.9.000 en adelante”, comentó el licenciado en Ciencias Fiscales, Consultor y Auditor Tributario, Héctor Orochena.
La declaración del Impuesto Sobre La Renta (ISLR) hasta este año consideraba un monto mínimo de 1.000 UT, es decir, 400 bolívares al año bajo el valor anterior, lo que se traducía en US$16. Cualquier persona con un ingreso de uno o hasta tres salarios mínimos, el que se mantiene en US$5 actualmente, tendría la obligación de declarar e incluso pagar si era ese el caso.
La institución aduanera presidida por José David Cabello especificó que la UT no podrá utilizarse por otro órgano del poder público en la determinación de beneficios laborales, tasas o contribuciones especiales.
En ese sentido, el Seniat solo sdispondrá de su uso como unidad de medida para la determinación de tributos nacionales recaudados y controlados por ese organismo, tales como el ISLR.
A juicio de Orochena, aunque el ajuste de la UT permitirá restituir la progresiva del ISLR, también aumenta “peligrosamente el régimen sancionatorio para los periodos donde la UT servía para determinar las multas, y que como efecto puede derivar en sanciones impagables que atentan contra toda lógica económica”, añadió.
El valor de la UT tiene como base el cálculo de una fórmula establecida en la Ley de ISLR, la que toma en consideración el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que registra el Banco Central de Venezuela (BCV) además de otros indicadores como la tasa de cambio y las tasas de intereses del año.