Bloomberg — Saudi Aramco ha dejado en suspenso sus planes para una oferta pública inicial (OPI) de su negocio de comercialización de energía en Riad, la cual habría sido una de las mayores ventas de acciones del mundo este año, según personas familiarizadas con el asunto.
La petrolera, controlada por el estado, ha ralentizado considerablemente los preparativos de la operación en los últimos meses y no ha fijado un nuevo calendario para la salida a bolsa. Aramco había estado planeando cotizar el negocio a finales de 2022 o principios de este año, pero ahora considera que podría ser difícil cotizar un negocio tan grande en la bolsa de Riad en estos momentos.
La empresa saudí también quiere tomarse más tiempo para completar la integración de su principal unidad de comercio con el brazo comercial de su negocio de refinación estadounidense Motiva Enterprises LLC antes de proceder con la salida a bolsa, dijeron las personas.
Mientras tanto, Arabia Saudita, que suele ser uno de los mercados de cotización más activos del Golfo, ha estado muy tranquilo este año en medio de las preocupaciones sobre el crecimiento económico mundial, mientras que otras bolsas como Abu Dhabi han entrado en el centro de atención. En Riad solo se han recaudado US$72 millones en salidas a bolsa, la cifra más baja desde 2014, según datos recopilados por Bloomberg. El año pasado por estas fechas, el botín de OPV ascendía a casi US$4.000 millones.
Aramco ha estado trabajando con bancos como Goldman Sachs Group Inc. (GS), JPMorgan Chase & Co. (JPM) y Morgan Stanley (MS) mientras estudia la posible salida a bolsa, han dicho personas con conocimiento del asunto.
Las deliberaciones están en curso, y los detalles de la oferta podrían cambiar, dijeron las personas. Un representante de Aramco declinó hacer comentarios.
Los beneficios del comercio de petróleo, gas y combustible refinado se han disparado recientemente. BP Plc (BP), Shell Plc (SHEL) y TotalEnergies SE obtuvieron en conjunto US$37.000 millones de ingresos comerciales el año pasado, según Sanford C. Bernstein & Co, ya que los precios de la energía y la volatilidad se dispararon tras la invasión rusa de Ucrania y a medida que las economías se recuperaban de la pandemia del Covid-19.
Sin embargo, muy pocos operadores del sector de la energía cotizan en bolsa, y las grandes petroleras no revelan mucha información sobre sus unidades de negociación. Los propios operadores de Aramco mostraron poco entusiasmo por una OPI cuando se revelaron los planes de cotización, según personas con conocimiento del asunto. Los operadores suelen tener operaciones que no les salen bien y recuperan esas pérdidas con ganancias aún mayores más adelante en el año, lo que hace que el estrecho escrutinio al que se enfrentan las empresas que cotizan en bolsa sea todo un reto.
--Con la colaboración de Paul Wallace y Anthony Di Paola.
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