¿Qué es deuda externa?
La deuda externa se refiere a los pasivos que los gobiernos, empresas y particulares deben a los prestamistas extranjeros, como bancos comerciales privados, gobiernos extranjeros o instituciones financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Este tipo de deuda puede ser denominada en moneda local o extranjera.
La deuda externa es utilizada para financiar proyectos de inversión o para cubrir déficits en la balanza de pagos, pero también puede llevar a problemas económicos si se vuelve insostenible o si el país tiene dificultades para pagarla en el futuro.
La deuda pública ha aumentado considerablemente en muchos países en los últimos años, particularmente durante y después de la Gran Recesión o crisis de 2008. A nivel mundial, el monto total de la deuda pública actualmente supera los US$ 63,1 billones, según un análisis del Centro de Investigación Pew con datos del FMI.
¿Por qué los países se endeudan?
Las naciones pueden asumir esta deuda para diversos propósitos:
-Financiar proyectos de inversión: cuando los gobiernos quieren financiar grandes proyectos de infraestructura o inversión -como la construcción de carreteras, puentes, hospitales o escuelas- pueden recurrir a la emisión de deuda para obtener los fondos necesarios.
-Cubrir déficits fiscales: cuando los gastos del gobierno superan los ingresos, se produce un déficit fiscal. Para financiar este déficit, los gobiernos pueden emitir deuda.
-Financiar gastos corrientes: en algunos casos, los gobiernos pueden recurrir a la emisión de deuda para financiar gastos corrientes, como los salarios de los empleados públicos, los programas de asistencia social o el mantenimiento de servicios públicos.
Los países también pueden endeudarse para aprovechar oportunidades de inversión que puedan generar ingresos en el futuro, como la exploración y extracción de recursos naturales o la inversión en sectores estratégicos de la economía.
En general, el endeudamiento puede ser una herramienta útil para que los países financien proyectos de inversión o cubran déficits fiscales temporales, pero si no se maneja adecuadamente, puede generar problemas a largo plazo en la economía.