Bloomberg — Los precios al productor continuaron desacelerándose en EE.UU. en abril, siguiendo con una tendencia que ya tiene un año y se relaciona principalmente a menores costos de materias primas y mejoras en las cadenas de suministro.
En concreto, los precios al productor para demanda final mostraron un incremento interanual de 2,3%, el ritmo más bajo desde principios de 2021, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales. La cifra intermensual fue de un aumento de 0,2%.
El 80% del incremento fue en el sector de servicios. Ello incluye la gestión de portafolios, venta al por mayor de alimentos y algunos costos relacionados a la sanidad.
Los datos llegan un día después de que el índice de precios al consumo indicara que la inflación, aunque sigue siendo alta, empieza a mostrar signos prometedores de moderación. Mientras que los retrasos en los envíos, la escasez y otros problemas logísticos provocaron una fuerte subida de los precios de diversos productos en 2021 y la primera mitad de 2022, la mejora gradual de estos problemas ha sido una fuerza desinflacionista clave.
El IPP, que es una medida de los precios al por mayor, se ha ralentizado de forma constante sobre una base anual.
La Reserva Federal, que la semana pasada elevó sus tasas de interés por encima del 5% por primera vez desde 2007, vigila ahora de cerca los precios de los servicios en busca de indicios de que las presiones inflacionistas estén remitiendo de forma significativa.
Excluyendo los volátiles componentes alimentario y energético, el llamado IPP subyacente aumentó un 0,2% el mes pasado y un 3,2% desde abril de 2022. Excluyendo también los servicios comerciales, el IPP subió un 0,2% respecto al mes anterior y un 3,4% respecto al año anterior.
Varias categorías del informe del IPP, en particular la atención sanitaria, se utilizan para calcular el indicador de precios de los gastos de consumo personal, la medida de inflación preferida de la Reserva Federal, que se publicará a finales de este mes.
Los precios de la atención ambulatoria hospitalaria aumentaron en abril a un ritmo más rápido que el mes anterior, al igual que los de la atención domiciliaria y los cuidados paliativos. Mientras tanto, se moderaron los costes de la atención hospitalaria y los cuidados en residencias de ancianos.
Los costes de los bienes transformados para la demanda intermedia, que reflejan los precios en una fase anterior de la cadena de producción, bajaron un 0,4% debido al descenso de los costes de la energía y los alimentos. Excluyendo estos costes, la categoría registró el mayor aumento en casi un año.
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