La inscripción en las universidades de los Estados Unidos continúa en descenso según las cifras de los últimos dos años, siendo los hombres quienes encabezan esta caída, según dio a conocer Aspen Institute.
Con un 63,4%, los hombres hispanos encabezaron la caída de las matriculaciones después de la pandemia, pero la caída al 2021 fue predominante entre los hombres blancos no hispánicos (57,3%); le siguieron los hombres no blancos, ni hispánicos (52,6%); y en último lugar los hispánicos (51,1%).
“Entre todos los graduados de secundaria recientes, las tasas de inscripción universitaria cayeron del 66,2% en 2019 al 61,8% en 2021″, dice el informe.
A nivel general, para los hombres solo el 54,9% de los graduados de secundaria se inscribieron en la universidad en 2021, frente al 62,0 % en 2019. Entre las mujeres, las tasas de la inscripción cayeron levemente pasando del 69,8% al 69,5% en los dos años relevados.
“Los datos de primera línea recién publicados para 2022 indican que las disminuciones podrían estar disminuyendo; la inscripción general se mantiene estable en 62,0% y la tasa de inscripción universitaria de hombres fue de 57,1% en 2022, que es más alta que en 2021, pero aún por debajo de los niveles previos a la pandemia”, arrojan datos preliminares.
Pese que aquellos que no se graduan limitan sus posibilidades de integrarse a una fuerza laboral de calidad, en 2021 sobre todo, lo que llevó a los hombres a no inscribirse en la universidad fue la necesidad de dedicarse al cuidado de la casa y la familia (10,3%). Este factor también se pudo observar entre las mujeres pero en menor proporción (13,7%).
Abandono del trabajo
Un fenómeno que también se observó durante los últimos 40 años fue el abandono de la fuerza laboral por parte de los hombres no universitarios. Esto podría estar relacionado con una disminución en el estatus social con respecto a sus pares mejor pagados, según un documento publicado por Banco de la Reserva Federal de Boston durante 2022.
“Los hombres blancos más jóvenes en particular están más inclinados a abandonar el mercado laboral cuando sus salarios esperados caen en términos relativos”, explicó Pinghui Wu, autor del estudio.
Es así que uno de cada nueve hombres en la llamada edad óptima para trabajar (de 25 a 54 años) está fuera del mercado laboral hoy, en comparación con uno de cada 50 que se registraban mediados de la década de 1950. Según da cuenta Bloomberg, el estudio atribuye parte de la culpa a la creciente desigualdad de ingresos en los EE.UU. en las últimas décadas.
Otros factores, que citan diversos economistas, podría ser la disminución de los trabajos de manufactura tradicionalmente ocupados por hombres, un aumento en los ingresos familiares gracias a las mujeres, un aumento en la ayuda del gobierno y las adicciones.
En tanto, los salarios, descontando la inflación, cayeron un 17% semanalmente para los hombres no universitarios durante los últimos 40 años, mientras que sus pares con educación universitaria experimentaron un aumento del 20%. Las mujeres superaron a los hombres con un aumento del 32 %, aunque partieron de una base mucho más baja.
