Bloomberg — Agentes policiales españoles detuvieron a veintiséis personas por cavar supuestamente pozos de agua ilegales para el riego de plantaciones de frutas tropicales en Málaga, al sur del país.
Las detenciones se llevaron a cabo tras una investigación en la que los agentes detectaron que doscientos cincuenta de los doscientos noventa y nueve pozos de agua existentes en la zona de la Axarquía, donde se cultivan mangos y aguacates, no eran legales, anunció la policía española a través de un comunicado. Los detenidos fueron imputados por la comisión de delitos contra el medio ambiente y por ocasionar daños a las aguas de titularidad estatal por valor de más de €10 millones (US$11 millones).
Al igual que en gran parte del territorio español, la región donde se descubrieron los pozos atraviesa un segundo año seguido de dura sequía, agudizada por el cambio climático. Las reservas de agua españolas se encuentran a un 50% de su capacidad debido a la histórica ausencia de precipitaciones. El pasado mes de abril, una ola de calor agravó todavía más la difícil coyuntura de los agricultores, con temperaturas cercanas a los 40ºC 3 meses antes de lo usual.
Los gobiernos locales de la zona sur andaluza, donde se ubica Axarquía, han decretado un estado excepcional de sequía que data de junio de 2021. Esto restringe el volumen de agua que los productores pueden utilizar para el riego. Asimismo, se limita el regadío de los jardines públicos.
La investigación de la Guardia Civil comenzó hace cuatro años cuando los agricultores que usaban agua legalmente se dieron cuenta de que su suministro estaba siendo afectado por pozos no autorizados, dijo la policía. Además de las 26 personas detenidas, otras 39 fueron investigadas por beneficiarse del esquema.
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