Bloomberg Línea — Los grillos se encuentran en el ecosistema de toda Costa Rica, y particularmente Guanacaste, una provincia que limita al norte con Nicaragua, presenta condiciones que favorecen su reproducción.
El estudio Mercado Internacional de Insectos Comestibles elaborado por la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer) reveló que la producción de insectos es una gran oportunidad de comercio para el país.
Por ejemplo, el 45,2 % de los costarricenses están en disposición de consumir estos productos, según la Encuesta Actualidades 2019 de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Asimismo, un 61,3% considera que la producción de alimentos derivados de insectos aumentará con el tiempo.
La UCR Sede de Guanacaste inició un proyecto que busca formalizar un protocolo para la producción de grillos en Costa Rica, informó la institución en su página web.
El objetivo de esta iniciativa es promover la cría masiva de insectos como suplemento proteico para la nutrición humana y animal y, de esta forma, brindarle a los hogares guanacastecos “un sistema alternativo, sencillo, barato y con alto potencial para ser replicado”, dicen especialistas.
La harina de grillo
Los primeros cultivos de insectos comestibles en la UCR se encuentran en el Museo de Insectos donde se utilizan diversos sustratos para la alimentación de los grillos como avena, alimentos para gallinas y conejos.
En 2021, el Servicio de Salud Animal (Senasa) incluyó el gusano de harina y el grillo en la lista de especies exóticas ornamentales, lo que permitió la producción y comercialización de productos a base de insectos en Costa Rica.
De acuerdo con especialistas, la harina de grillo es una de las proteínas más completas, cada 100 gramos contiene entre un 50% y un 65% de proteína, y gracias a su valor nutricional y a la alta eficiencia de su producción, esta materia prima se considera como una alternativa prometedora para la alimentación a nivel mundial.
“A pesar de que se ha comenzado a estudiar el uso de la harina de grillo para conocer sus propiedades, son pocas las empresas en el país que han incluido esta materia prima dentro de sus recetas, por lo que existe una gran oportunidad de innovación e inserción al mercado”, dijo Ana María Quirós Blanco, investigadora del Centro de Investigación en Tecnología de Alimentos (CITA) y docente de la Sede de Guanacaste.
Actualmente, la profesora universitaria trabaja con estudiantes de Ingeniería de Alimentos para desarrollar productos a base de insectos, entre ellos un snack de tortilla frita y un quequito tipo muffin.
Quirós Blanco asegura que la proteína de grillo tiene un perfil nutricional comparable al de otras fuentes de proteína como la carne de res y cerdo, con la ventaja de que este sistema de producción requiere menos agua, alimento y espacio, por lo que representa un menor impacto ecológico.