Bloomberg — Las tasas de fumadores de cigarros descendieron a su nivel más bajo en Estados Unidos en más de medio siglo, según las últimas cifras del gobierno, aunque el consumo de tabaco siguió siendo elevado a medida que los consumidores se pasaban a productos alternativos.
Sólo el 11,5% de los estadounidenses encendieron cigarrillos regularmente el año pasado, mejor que el objetivo del 12%, fijado por el plan Healthy People 2020 del gobierno de EE.UU. y el nivel más bajo desde 1965, según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Aun así, aproximadamente uno de cada cinco adultos declaró haber consumido un producto del tabaco en 2021, casi sin cambios respecto al año anterior, y el consumo de cigarrillos electrónicos aumentó al 4,5%.
Empresas como Philip Morris International Inc. (PM), fabricante de Marlboro, han contribuido al cambio en el consumo de tabaco, expandiéndose hacia alternativas de nicotina sin humo a medida que disminuye el consumo de cigarrillos. El número de productos de cigarrillos electrónicos, que incluyen los Blu vapes de Imperial Brands Plc y Juul de Juul Labs Inc, anteriormente respaldada por Altria Group Inc. (MO), se ha más que cuadruplicado en un año, de junio de 2021 a 2022, según un análisis de Truth Initiative.
Estos productos se han hecho populares entre los niños y los adultos jóvenes, en parte debido a la percepción de que los cigarrillos electrónicos son menos nocivos que los cigarrillos. El uso de sabores creativos también ha dado lugar a acusaciones de que los fabricantes cortejan deliberadamente el mercado juvenil.
Los cigarrillos electrónicos también son utilizados por quienes buscan un sustituto del cigarrillo tradicional o intentan dejarlo, aunque no se ha demostrado que ningún cigarrillo electrónico ayude de forma segura a dejar de fumar. Aproximadamente un tercio de las personas que declararon consumir varios productos del tabaco fumaban tanto cigarrillos como cigarrillos electrónicos, según el estudio.
Aunque la popularidad de los cigarrillos ha disminuido constantemente desde la década de 1960, su consumo sigue siendo elevado en determinadas poblaciones, como las de bajos ingresos y las que viven en zonas rurales, según el estudio. Estas disparidades deben abordarse mediante estrategias como el aumento del precio de los productos, la realización de campañas educativas y la regulación de los productos, dijeron los investigadores.
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