Crisis bancaria borra US$54.000 millones en valor de mercado de acciones y bonos

Las acciones de cuatro grandes bancos regionales tenían el martes un valor residual de mercado de US$725 millones, y cuando los colapsos se resuelven no suele quedar nada

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Bloomberg — El tumulto en el sector bancario estadounidense ha reportado pérdidas por más de US$54.000 millones a los inversores, luego de que el desplome de las acciones de First Republic Bank (FRC) las dejara prácticamente sin valor y contagiara a algunos de sus pares.

La cifra se compone de US$46.900 millones de capitalización de mercado menos desde el 28 de febrero, justo antes de que comenzara la crisis, y unos US$7.500 menos de bonos y acciones preferentes, según cálculos de Bloomberg.

Los accionistas preferentes y los obligacionistas no están incluidos en los planes de salvamento de First Republic, Silvergate Capital Corp (SI), Silicon Valley Bank o Signature Bank. Sólo First Republic tenía en circulación US$800 millones en bonos no garantizados que ahora cotizan a poco más de un centavo por dólar. S&P Global Ratings dijo a última hora del martes que el impago es una certeza virtual.

Combinadas, las acciones de las cuatro entidades tenían el martes un valor residual de unos US$725 millones, y cuando los colapsos bancarios se resuelven por completo no suele quedar nada.

Es un duro recordatorio de lo rápido que pueden derrumbarse las empresas financieras, y de que dejan poco para compensar a los accionistas o a los propietarios de deuda subordinada, que están al final de la cola para las recuperaciones. La perspectiva de pérdidas similares en otros prestamistas se cernió sobre la negociación del martes, cuando el índice KBW de acciones de bancos regionales cayó un 5,5%.

“Así es como se supone que funciona el mercado”, dijo Ross Levine, profesor de finanzas de la Haas School of Business de la Universidad de California en Berkeley. “Asumieron riesgos, ganaron dinero mientras los riesgos daban sus frutos, y luego perdieron dinero cuando los riesgos fracasaron”. Levine dijo que espera ver pérdidas entre otros bancos vinculadas al riesgo de tasas de interés que ayudó a derribar a los cuatro prestamistas.

El martes, la Bolsa de Nueva York suspendió formalmente la cotización de los títulos de First Republic Bank, tras el anuncio de que JPMorgan Chase & Co. (JPM) adquiriría el prestamista. Cohen & Steers Inc, un comprador de valores de bancos regionales, ha vendido acciones preferentes en las últimas semanas, limitando la exposición al sector mientras la empresa evalúa cómo proceder.

La especulación sobre el resto del sector se ha extendido a otros bancos. PacWest Bancorp (PACW) se desplomó un 28% y cerró el martes en mínimos históricos, mientras que Western Alliance Bancorp (WAL) cayó un 15%, a pesar de que ambos han publicado unos resultados trimestrales relativamente optimistas. Ambos han perdido más de US$5.000 millones de valor de mercado este año, y las cotizaciones de parte de la deuda de PacWest rondan los dos tercios de su valor original.

Mike Mayo, el analista bancario de Wells Fargo & Co. (WFC) que suele ser implacable en sus críticas, ve cierta fortaleza entre los grandes regionales.

“Nuestra opinión es que no habrá más bancos en el S&P 500 que colapsen a corto plazo”, dijo Mayo en una entrevista. “Eso no elimina las preocupaciones relacionadas con el sector inmobiliario comercial, la gestión de activos y pasivos, la financiación, una posible recesión y un montón de muchos bancos más pequeños que, aunque no son sistémicos, podrían aparecer en los titulares si se les pilla fuera de juego”.

Gregor Matvos, profesor de finanzas de la Kellogg School of Management de la Northwestern University, es coautor de un artículo publicado el 13 de marzo en el que afirma que si sólo la mitad de los depositantes no asegurados retiran sus fondos, alrededor de 190 bancos con activos por valor de US$300.000 millones podrían verse perjudicados, “lo que significa que el valor de mercado de sus activos restantes tras estas retiradas será insuficiente para reembolsar todos los depósitos asegurados”.

Con este análisis en mente, Matvos dijo que esta pérdida de valor de mercado “no es en absoluto una cifra descabellada”.

Los reguladores deben tener en cuenta que una vez que los accionistas tienen poco que perder porque los precios de las acciones han caído tanto, pueden “apostar por la resurrección”, dijo Levine. “La experiencia demuestra que esto magnifica las pérdidas muy rápidamente”, dijo.

A Levine le preocupa que los reguladores financieros estadounidenses no quieran reconocer más pérdidas y esperen que las cosas mejoren.

“La esperanza es una política extremadamente ineficaz”, afirmó.

--Con la colaboración de Hannah Levitt.

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