El mercado de ropa usada en Centroamérica tiene un futuro prometedor

Un estudio de la consultora Garson & Shaw muestra el impacto de la industria de la ropa usada en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua

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Bloomberg Línea — Centroamérica es un jugador cada vez más influyente en la industria de la ropa de segunda mano, con la gran mayoría de las importaciones procedentes de los Estados Unidos.

Una investigación muestra que de 2012 a 2021, el valor nominal de las importaciones de ropa de segunda mano a El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua ha crecido en US$ 274 millones.

Solo Nicaragua ha experimentando un crecimiento de casi el 280% durante el período. Esto, junto con el crecimiento económico correspondiente, refleja la demanda de ropa de segunda mano en la región y demuestra la viabilidad y estabilidad a largo plazo del comercio, señala la consultora estadounidense Garson & Shaw.

Las importaciones de ropa de segunda mano a la región están impulsadas por la demanda de los consumidores.

La mayoría de los ciudadanos en los cuatro países analizados viven con salarios relativamente bajos, y la ropa constituye una pequeña proporción de sus gastos. Comprar ropa de segunda mano alivia los presupuestos familiares y ofrece opciones para los hogares más pobres.

El informe estima que para principios de la década de 2040, el sector de la ropa usada mantendrá más de tres millones de empleos en los cuatro países y generará casi US$ 200 millones en ingresos fiscales anuales.

La industria de la ropa de segunda mano seguirá siendo una fuente continua de empleo, ingresos fiscales y PIB relativamente bien remunerados, siempre y cuando los gobiernos y los responsables políticos garanticen que exista un entorno operativo competitivo propicio para el crecimiento a largo plazo del sector.

Grandes importadores de ropa usada

En 2020, Guatemala era el noveno mayor importador de ropa usada del mundo, con las importaciones de ropa de segunda mano que procedían en gran medida de Estados Unidos, así como de Canadá, Nicaragua, China y España.

El arancel sobre la ropa de segunda mano es del 13,8%, un tipo inferior al habitual en los países africanos. No obstante, los ingresos fiscales vinculados a las importaciones en 2021 ascendieron a US$ 40,2 millones.

En la actualidad, el 2,7% de las importaciones mundiales de ropa de segunda mano van a parar a Honduras.

Su valor se estima en US$ 123,9 millones. Solo el año pasado se importaron 66.000 toneladas de ropa de segunda mano, lo que convierte a Honduras en el decimoséptimo importador mundial de ropa usada.

Entre 2017-2021, las importaciones de ropa de segunda mano a Honduras crecieron 6%. Los ingresos fiscales de la ropa de segunda mano aportaron US$ 34,1 millones en 2021.27

La industria de ropa usada en Nicaragua

Nicaragua importó en 2021 unas 52.500 toneladas de ropa de segunda, convirtiéndose en el decimonoveno importador mundial, es decir, con 1,9% de las importaciones mundiales de ropa de segunda mano que van al país.

La mayor parte de ella viene desde Estados Unidos y Canadá, con un valor de US$ 88,5 millones. Entre 2017-2021, las importaciones de ropa de segunda mano a Nicaragua crecieron un 7%.

El arancel promedio para la ropa usada es de 12,8%. En 2021, los ingresos fiscales relacionados con la industria ascendieron a US$ 23,7 millones y el valor del comercio había crecido casi un 280% en los diez años anteriores.

Se estima que la industria representa alrededor del 1% del PIB en las estadísticas económicas oficiales, pero esta cifra subestima significativamente el valor económico real del sector para Nicaragua.

Comercio de ropa usada en El Salvador y Costa Rica

El 1,9% de las importaciones mundiales de ropa de segunda mano van a El Salvador por un valor total de US$ 62,3 millones, con un crecimiento de 6% entre 2017-2021.

En 2021 se importaron 35.000 toneladas de ropa de segunda mano, lo que convierte a El Salvador en el vigésimo tercer importador mundial de ropa de segunda mano.

Se estima que el sector de la ropa de segunda mano aportó el 1,41% del PIB de El Salvador en 2020.

Por su parte, la industria de ropa de segunda mano en Costa Rica vale US$ 125 millones al año y las importaciones también han crecido significativamente en los últimos veinte años.

En ese país, la ropa de segunda mano se está volviendo cada vez más popular entre los consumidores de clase media que más a menudo demandan productos ecológicos.