Bogotá — Los paraguayos eligieron este domingo al candidato del oficialista partido Colorado, Santiago Peña, como su nuevo presidente en unas elecciones marcadas por acusaciones cruzadas sobre inducción al voto y en las que se ha impuesto la continuidad.
Peña, de 44 años, se impuso al opositor liberal Efraín Alegre en las octavas elecciones desde el fin de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).
Este era el tercer intento de Alegre, abogado por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, por llegar a la Presidencia de Paraguay, un país de cerca de 6,7 millones de habitantes y sin salida al mar.
En 76 años, el partido Colorado solo ha perdido en una ocasión las elecciones a la Presidencia cuando el exobispo Fernando Lugo se impuso en 2008, aunque sería destituido en 2012 en medio de una crisis política en ese país.
El crecimiento económico de Paraguay ha rondado el 1,2% de media en los últimos cinco años y además cerca de una cuarta parte de sus 7,5 millones de habitantes viven en la pobreza.
Tras divulgarse los resultados, el presidente del país, Mario Abdo Benítez, escribió en Twitter: “Felicitaciones al pueblo paraguayo por su gran participación en esta jornada electoral y al presidente electo Santiago Peña. Trabajaremos para iniciar una transición ordenada y transparente, que fortalezca a nuestras instituciones y a la democracia del país”.
En las elecciones, los paraguayos no solo votaban por el nuevo presidente de la República sino también por los gobernadores, senadores y diputados.
Se estima que unos 4,8 millones de paraguayos estaban llamados a votar en el país sudamericano.
Las urnas abrieron a las 7:00 a.m hora local y se cerraron a las 4:00 pm.
En la jornada, Efraín Alegre denunció que personas armadas, “que están desde luego respaldando al continuismo”, se tomaron un colegio electoral armados en Yby Pytá.
¿Cuál es la trayectoria de Santiago Peña, nuevo presidente de Paraguay?
Del 2000 al 2009 hizo parte del Departamento de Estudios Monetarios y del Departamento de Operaciones de Mercado Abierto del Banco Central del Paraguay.
Entre 2009 al 2012 fue miembro del Departamento Africano y analista del Fondo de Desarrollo Industrial del Fondo Monetario Internacional en Washington.
Santiago Peña fue ministro de Hacienda de Paraguay (2015-2017) durante la Administración de Horacio Cartes y fue miembro del Directorio del Banco Central del Paraguay (BCP).
El nuevo presidente de Paraguay es graduado de la Universidad Católica de Asunción y tiene un máster en Administración Pública de la Universidad de Columbia en EE.UU.
Peña llegó a los comicios con una imagen de tecnócrata y su figura representa una renovación para su partido, en medio de los cuestionamientos a varias de sus principales figuras.
En enero de este año EE.UU. sancionó al actual vicepresidente del país, Hugo Velázquez, y al exmandatario Horacio Cartes (2013-2018) por su “implicación en una corrupción sistemática que ha socavado las instituciones democráticas en Paraguay”, según el Departamento de Estado de EE.UU.
Cartes se habría aprovechado durante más de una década de su “riqueza adquirida ilegítimamente y su influencia para expandir su poder político y económico en las instituciones paraguayas”, específicamente para sobornar presuntamente a los legisladores.
A Velázquez también se le asoció a sobornos y al tráfico de influencias “para interferir en procesos legales y protegerse a sí mismo y a sus socios criminales de investigaciones criminales, incluso sobornando y amenazando a quienes podrían exponer su actividad delictiva”.
¿Cuáles son las propuestas de Santiago Peña en Paraguay?
Peña propone generar 500.000 nuevos empleos en el país, mejorar el sistema de salud por medio de la creación de cinco grandes hospitales regionales y un programa de guarderías gratuitas para las mujeres madres.
Asimismo, propone un programa de combate a las adicciones que incluye educación, rehabilitación, reinserción y persecución a los focos de venta, según su programa de Gobierno.
Además, el candidato anunció el programa “Che Roga Pora”, que buscará que más familias accedan a casa propia por medio de préstamos flexibles y viviendas sociales.
También se ha comprometido a bajar el precio de productos como el gas, lo que impactaría positivamente en los precios de los alimentos.
Santiago Peña prometió preservar la alianza con Taiwán, que data de 1957.
“Tenemos una relación histórica con Taiwán y ese es un vínculo que no tiene que cambiar. Nuestro desafío es seguir abriéndonos al mundo para que los paraguayos estemos mejor”, ha dicho el político.
¿Quién es el excandidato Efraín Alegre?
Alegre, actual presiente del Partido Liberal Radical Auténtico, tiene una maestría en Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Asunción y completó un posgrado en Derecho Comunitario en la Universidad de Salamanca, en España.
Entre 1991 a 1993 Alegre fue juez y coordinador de los Juzgados de Faltas de la Municipalidad de Asunción.
Ya en 2008-2013 fue electo senador, aunque se retiró para ejercer como ministro de Obras Públicas y Comunicaciones hasta el 2011.
El político de 60 años también tiene una amplia trayectoria académica pues fue docente durante casi una década en la Universidad del Norte (Uninorte) en las cátedras de Derecho Político y Derecho Constitucional, aunque también dictó conferencias en la Universidad de Salamanca.
También incursionó en el mundo de los negocios en 2013 con la empresa de cría de peces Pypces SA.
El programa de Efraín Alegre para la Presidencia incluía la promoción de un crecimiento económico inclusivo, el fortalecimiento de las instituciones económicas y sociales, políticas sociales efectivas y la priorización de las Tecnologías de Información y Comunicación, según su programa de Gobierno.
Se comprometía a preservar la estabilidad macroeconómica, cuidando que el resultado fiscal (las recaudaciones de impuestos y aranceles) “se relacione con un crecimiento de base amplia, con la generación de empleos de calidad y con un manejo sostenible del endeudamiento público”.
Prometió además “implementar una adecuada supervisión del sistema financiero para asegurar su solvencia, su limpieza, su competitividad e inclusividad”, diversificar la producción nacional y optimizar el gasto público.
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