Uruguay se ha consolidado en los últimos años como el Estado latinoamericano con menor riesgo país, pero, además, también ha logrado buenas notas crediticias. En ese sentido, la calificadora de riesgo S&P le acaba de subir el rating a su deuda soberana de BBB- a BBB+, “con perspectiva estable”.
El comunicado de S&P Global Ratings sostiene que “las recientes mejoras del marco de política fiscal de Uruguay”, incluida la probable aprobación de la reforma de la seguridad social, “deberían contribuir a la estabilidad de las finanzas públicas en los próximos años y a limitar el aumento de la carga de la deuda”.
Por otro lado, S&P aguara que estas políticas apoyen la ejecución fiscal, junto con el crecimiento del Producto Interno Bruto, “respaldado por una cartera de proyectos de inversión diversificados tras la finalización de la planta UPM 2 y la infraestructura relacionada este año”.
En tanto, el comunicado de talla que la perspectiva estable que lleva adjunta la calificación la expectativa de que el crecimiento económico continuado y los resultados fiscales estables contribuirán a un déficit fiscal moderado y a una estabilización de los niveles de deuda.
Según S&P Ratings, se prevé que las inversiones en múltiples sectores de la economía contribuirán a un aumento del PIB promedio del 2,5% entre 2024 y 2026, aproximadamente. Es decir, se espera un crecimiento del PIB del 2,5% en promedio durante ese período.
Escenario downside y escenario upside
La agencia consideró que existen dos escenarios futuros posibles para la deuda de Uruguay:
- Escenario bajista: “Podríamos bajar las calificaciones en los próximos dos años si la ejecución fiscal se desliza inesperadamente, debilitando el compromiso del gobierno para contener los déficits fiscales. En este escenario, esperaríamos que la carga neta de la deuda del gobierno general aumente a un nivel significativamente superior al 60% del PIB. Una trayectoria sostenida de crecimiento del PIB a largo plazo más débil podría afectar la resiliencia económica y llevar a una calificación más baja”.
- Escenario alcista: “Podríamos mejorar la calificación de Uruguay en los próximos dos años si observamos un historial exitoso de reducción de la inflación del promedio del 7% de las últimas dos décadas y una disminución sostenida en las expectativas de inflación, lo que podría resultar en una trayectoria de deuda más estable, reducir significativamente las rigideces económicas como la indexación, ayudar a expandir el crédito del sector privado y profundizar los mercados de capital en moneda local. Estos desarrollos podrían acelerar el crecimiento económico por encima de nuestro caso base, y un sistema financiero más profundo y bien capitalizado fortalecería la flexibilidad monetaria de Uruguay”.