Bloomberg — Funcionarios de la Fed con distintas posturas ideológicas sobre la que debería ser la política monetaria del banco central están encontrando terreno común en un debate clave: su escepticismo de que las ganancias salariales impulsen más la inflación.
Si bien el presidente de la entidad, Jerome Powell, ha hablado sobre este riesgo, los presidentes de la Fed de Chicago y St. Louis, Austan Goolsbee y James Bullard (con posturas más dovish y hawkish en la actualidad, respectivamente) han reducido su impacto en las perspectivas de precios.
Las posturas contrastantes podrían influir en la política monetaria del banco central los próximos meses, mientras los funcionarios buscan un equilibrio entre su búsqueda de aplacar la inflación y la posibilidad de un mercado laboral más débil como consecuencia de menores niveles de crédito.
Se espera que la Fed eleve sus tasas en 25 pbs en su próxima reunión la semana que viene, pero podría haber funcionarios menos inclinados a seguir más allá aún con mayores ganancias salariales.
Junto con los datos mixtos y la evidencia anecdótica sobre los salarios, el debate pone el foco en la publicación el viernes por parte del Departamento de Trabajo del índice trimestral de costos laborales, considerado por los funcionarios de la Fed como una clave para medir la compensación laboral.
Jonathan Church, analista de Bloomberg Economics, prevé que el índice suba un 1,2% en el primer trimestre, frente al 1% registrado en los tres últimos meses de 2022, impulsado por las subidas del salario mínimo en varios estados y los aumentos salariales de recuperación para reflejar el aumento de la inflación.
En una entrevista el 19 de abril en el programa de radio Marketplace de NPR, Goolsbee argumentó en contra de centrarse demasiado en el salario.
“Creo que demasiada gente se fija en los salarios”, afirmó. “Los datos muestran que los salarios no son un indicador adelantado de los precios. De hecho, van por detrás de los precios”.
Goolsbee trató de suavizar sus diferencias con Powell, expresando su admiración por la forma de pensar del presidente y diciendo que no hay duda de que el crecimiento de los salarios y el de los precios van unidos. Es sólo una cuestión de cuál guía al otro.
En tanto, Bullard no ha dejado de decir durante el último año que el papel del mercado laboral en la inflación no es central.
En cambio, ha subrayado la importancia de las expectativas de inflación y ha planteado un escenario en el que las empresas reducen sus subidas de precios al darse cuenta de que perderán clientes si no lo hacen.
Algo parecido está ocurriendo en el incipiente mercado de los vehículos eléctricos, donde Tesla Inc. (TSLA) ha reducido repetidamente los precios para atraer a compradores reticentes.
El debate sobre los salarios se produce en medio de la incertidumbre sobre hacia dónde se dirigen después de que su crecimiento tocara techo el año pasado. “Hay un poco de niebla en torno a los datos”, dijo Jason Furman, profesor de la Universidad de Harvard y ex economista jefe de la Casa Blanca.
El crecimiento salarial ha seguido moderándose este año, según las lecturas mensuales de los ingresos medios por hora del Departamento de Trabajo.
La evidencia anecdótica también parece apuntar a una desaceleración.
El crecimiento salarial se ha ralentizado en la mayor parte del país en los últimos meses, según el último informe del Libro Beige de la Reserva Federal, que recoge información sobre la economía procedente de empresas de todo el país. Las empresas informaron de un moderado enfriamiento de los mercados laborales en comparación con el año pasado, cuando la escasez de trabajadores presionó a los empresarios para que aumentaran los salarios y las prestaciones.
Eso coincide con lo que escucha Richard Wahlquist, presidente de la American Staffing Association. “La escalada salarial que vimos en 2021 y a lo largo de 2022 ciertamente se ha moderado”, dijo Wahlquist, cuya asociación representa a 1.700 agencias de personal y reclutamiento.
Pero Riccardo Trezzi, ex funcionario de la Fed, duda que los salarios se estén desacelerando mucho. Argumenta que las cifras de ingresos medios por hora se han visto sesgadas a la baja por cuestiones de ajuste estacional y cambios en la combinación de trabajadores contratados.
Por otra parte, el seguimiento salarial elaborado por el Banco de la Reserva Federal de Atlanta muestra que los salarios aumentaron a un ritmo más rápido en marzo, tras un crecimiento constante en los tres meses anteriores.
El panorama mixto llevó al economista de JPMorgan Chase & Co. Murat Tasci a calificar la publicación del viernes del índice de costes laborales de “señal adicional muy necesaria sobre el estado de la inflación salarial a un año del ciclo de endurecimiento de la Reserva Federal”.
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