Bloomberg — La Cámara Baja de Brasil investigará los acontecimientos que condujeron a la crisis financiera de Americanas SA, el gigante minorista que se declaró en quiebra en enero tras revelar un enorme agujero contable de 20.000 millones de reales (US$4.000 millones).
El Presidente de la Cámara, Arthur Lira, autorizó el miércoles la creación de una comisión de investigación y los líderes de los partidos designarán ahora a los representantes que la dirigirán.
Mientras que el exconsejero Delegado Sergio Rial y el actual máximo ejecutivo han testificado en el Congreso desde que estalló la crisis, un trío de multimillonarios que son los principales accionistas de Americanas han permanecido prácticamente en silencio. El equipo directivo que dirigió la empresa hasta finales de año también se ha abstenido de hacer comentarios públicos.
Aunque Americanas ha permanecido operativa sin despidos generalizados ni cierres de tiendas gracias a una inyección de capital de los principales accionistas, el incidente afectó a una larga cadena de proveedores. También ha contribuido al endurecimiento de las condiciones crediticias en Brasil en general, ya que los bancos se han vuelto más conservadores debido a su exposición.
Los multimillonarios accionistas, Jorge Paulo Lemann, Marcel Telles y Carlos Sicupira, dijeron que desconocían los problemas contables de la empresa. El fondo de cobertura Verde Asset Management, que poseía algunos bonos locales de Americanas, calificó el incidente de mayor fraude de Brasil.
Americanas ha hecho una oferta de reestructuración y las conversaciones con los bancos, que son sus mayores acreedores, han avanzado con expectativas de un acuerdo en las próximas semanas, según personas familiarizadas con el asunto.
La investigación se sumará a la carga de trabajo en el Congreso, que también está buscando votos rápidos sobre la nueva propuesta de marco fiscal del gobierno. El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, y el ministro de Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha, se han apresurado a decir que el trabajo de la comisión no afectará a la agenda del Gobierno en el Congreso.
Más temprano el miércoles, el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, autorizó la creación de una comisión separada para investigar el intento de insurrección del 8 de enero llevado a cabo por grupos de derecha que se negaron a aceptar la derrota de Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales de octubre. La comisión incluirá a miembros de ambas cámaras del Congreso.
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