Bloomber — Este miércoles se inició una subasta por una finca donde habitan 1 de cada 8 rinocerontes blancos que sobreviven en el planeta con el objetivo del propietario de conservar intacta su manada de cría.
El proyecto Platinum Rhino, que comprende la venta de los dos mil ejemplares amenazados, el equipamiento y las tierras a unos ciento cincuenta y cinco kilómetros al suroeste de la ciudad de Johannesburgo, se enmarca en la lucha surafricana por la protección de los rinocerontes en sus reservas ecológicas en contra de los cazadores ilícitos, que han mermado su población silvestre.
El dueño de la hacienda, John Hume, no consiguió la legalización del negocio de cuernos de rinoceronte, que se asierran de ejemplares vivos y crecen nuevamente, por lo que el proyecto resulta muy caro de gestionar, afirma la compañía. La prohibición de su comercialización obedece a que su consumo en el este asiático, que algunos creen resulta en curas oncológicas y el aumento de la virilidad ha provocado un mercado clandestino que ha propiciado una caza furtiva descontrolada.
“Este ambicioso proyecto precisa un nuevo responsable, una persona que tenga los mismos objetivos y la misma dedicación”, afirmó Tammy Hume, portavoz de la organización Platinum Rhino, en la que todos los años nacen un centenar de rinocerontes. “Para conservar esta especie hay que reproducirla. Si no, se extinguirá si está tan sometida a tanto estrés”.
Las matanzas ilegales alcanzaron un pico de más de 1.200 en 2014 y una sequía al año siguiente ha dejado el Kruger National Park, donde vive la mayor parte de los rinocerontes de Sudáfrica, con solo, 3.549 rinocerontes blancos, según el informe anual de 2020 de Parques Nacionales de Sudáfrica.
Los rinocerontes son rinocerontes blancos del sur, una de dos subespecies. El rinoceronte blanco del norte está prácticamente extinto.
En Platinum Rhino, los animales deambulan por el rancho y reciben comida adicional. También hay un orfanato para cuidar de las crías de rinoceronte si están enfermas o si su madre ha muerto.
Si la subasta en línea, que finaliza el 1 de mayo, falla, la viabilidad de la manada reproductora se verá amenazada, dijo Tammy Hume.
“La única opción real que se nos ofrece es disolver el proyecto”, dijo. “Así que dividirlo y vender a los rinocerontes poco a poco hará que esa capacidad de reproducción desaparezca para siempre”.
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