Continúan las luchas en Sudán y la ONU advierte por espiralización del conflicto

Ambas facciones se acusaron de entrar en cárceles y liberar prisioneros, lo que genera preguntas sobre el paradero del ex dictador Omar al-Bashir

Imagen del aeropuerto de Jartum mientras siguen las luchas en Sudán
Por Simon Marks y Mohammed Alamin
26 de abril, 2023 | 07:33 AM

Bloomberg — El Secretario General de la ONU, António Guterres, pidió mayor presión internacional para lograr que desescalen las tensiones en Sudán, donde continúan los choques entre las dos facciones que habían acordado un alto al fuego hace dos días.

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Tanto el ejército como el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) se acusaron de entrar en cárceles y liberar prisioneros, lo que genera preguntas sobre el paradero del ex dictador Omar al-Bashir, preso en una de estas instalaciones desde 2019.

Las fronteras del país son cada vez más caóticas, a medida que los habitantes del país escapan de la violencia, que ha causado escasez de todo, desde alimentos hasta gasolina y medicinas.

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El representante de la ONU en Sudán, Volker Perthes, declaró que, aunque la tregua anunciada a última hora del lunes parece mantenerse en algunos lugares, continúan los combates y el movimiento de tropas, con enfrentamientos en torno al palacio presidencial, el aeropuerto internacional y las bases militares de Jartum. También hay informes de saqueos e intentos de agresiones sexuales, y señales de que las milicias étnicas se están armando para unirse a la lucha, dijo el martes al Consejo de Seguridad.

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“Encendiendo una mecha”

“La lucha por el poder en Sudán no sólo está poniendo en peligro el futuro del país, sino que está encendiendo una mecha que podría detonar más allá de las fronteras, causando un inmenso sufrimiento durante años y retrasando el desarrollo durante décadas”, declaró Guterres. “Insto a todos los miembros del Consejo y a otros Estados miembros y organizaciones regionales con influencia a que les presionen para que rebajen las tensiones y vuelvan a la mesa de negociaciones inmediatamente”.

Los esfuerzos internacionales para poner fin a la crisis se han intensificado, aunque los diplomáticos aún no han logrado convencer al líder del ejército, Abdel Fattah al-Burhan, y a Mohamed Hamdan Dagalo, jefe de la organización paramilitar RSF, para que acepten entablar conversaciones, dijeron dos altos enviados que declinaron ser identificados por no estar autorizados a hablar con los medios de comunicación. Arabia Saudita y Estados Unidos han unido sus fuerzas a las de la ONU y otros países para intentar mediar en las conversaciones entre los dos generales, mientras que Khalid Omer, ex ministro del gabinete y portavoz jefe de las Fuerzas de la Libertad y el Cambio -una coalición de grupos prodemocráticos-, dirige los esfuerzos de mediación en Sudán, dijeron.

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La población de la región asciende a 360 millones

Los gobiernos extranjeros han confiado en la Unión Africana para que dirija los esfuerzos encaminados a poner fin a la crisis, ya que puede ejercer presión sobre los dos hombres con la ayuda de los países de la región. El organismo continental adelantó al miércoles una reunión informativa para debatir la situación en Sudán que estaba prevista para el 28 de abril.

Los enfrentamientos han dejado 427 muertos y más de 3.700 heridos, y han dado al trasto con los planes de un gobierno de poder compartido que debía conducir a esta nación de unos 45 millones de habitantes a unas elecciones democráticas tras el golpe de Estado de 2021.

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Miles de personas han huido a través de la frontera occidental con Chad y la septentrional con el vecino Egipto, donde las autoridades han tenido dificultades para hacer frente a la situación. Vídeos publicados en Internet mostraban a decenas de sudaneses tendidos en el suelo sobre colchonetas a la espera de ser procesados por los funcionarios. Un billete de autobús que hace una semana costaba entre US$60 y US$70 se ha multiplicado por diez, según Sherine Tadros, directora adjunta de defensa de los derechos humanos de Amnistía Internacional, con sede en Londres.

“En la frontera, las colas de los autobuses son largas, la tramitación es muy lenta y no hay ningún sitio donde esperar”, afirmó en Twitter. “Muchas mujeres, niños y ancianos sentados en el suelo de cemento durante días”.

Un portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados dijo que aún no se disponía de información detallada sobre la situación en la frontera egipcia.

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