Caracas — En los últimos dos meses, el tipo de cambio en Venezuela no ha superado los 26 bolívares por dólar tanto en el mercado oficial como en el paralelo. Su estabilidad obedece, entre otros factores, a la participación ampliada de Chevron Corp. en la industria petrolera y sus compromisos en el país.
El flujo de caja del gobierno venezolano administrado por Nicolás Maduro ha mejorado en gran medida por la importante cantidad de divisas que oferta la compañía estadounidense con sede en California, la que representa el 20% de la demanda que atiende la banca nacional, según el último briefing de la firma Síntesis Financiera.
“Este flujo de oferta privada de dólares al mercado de las mesas de cambio de la banca privada comenzó a mediados de febrero”, revela el documento difundido en el portal oficial de la consultora dirigida por las economistas Tamara Herrera y Ruth de Krivoy.
Esta cobertura, a juicio de la institución, podría aumentarse en caso de que la licencia autorizada por Estados Unidos para las operaciones de Chevron en el país, que ya fue ampliada el año pasado por parte de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (Ofac, por sus siglas en inglés) continúe el camino de expansión y permita un mayor alcance de las operaciones, hasta ahora limitadas.
“Chevron es hoy por hoy el oferente más importante del mercado. Son una oferta clave en la estabilidad y creemos que se va a mantener así”, dijo Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica en una entrevista radial a mediados de abril, en la que también hizo hincapié en esa contención del tipo de cambio como respaldo para una tasa de inflación baja, cuya variación mensual en marzo fue de 4,2% según entes autónomos.
Pero además de la representación de Chevron como factor determinante, la consultora Síntesis Financiera atribuye la estabilidad cambiaria a una menor demanda de divisas debido a la desaceleración de la actividad económica en el primer trimestre y el apaciguamiento de expectativas de depreciación por el virtual congelamiento de la tasa de cambio durante marzo.
La actividad económica en el país registró una caída de 8,3% en ese primer período del año, de acuerdo al Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), que ha advertido sobre un posible nuevo ciclo recesivo en el país.