Bloomberg — El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro dijo a las autoridades que investigan los disturbios del 8 de enero en Brasilia que ya había dejado atrás su derrota electoral cuando estalló la violencia.
Bolsonaro declaró ante la Policía Federal el miércoles como parte de su investigación sobre el intento de insurrección, cuando partidarios suyos irrumpieron en los principales edificios gubernamentales de la capital.
Bolsonaro negó su responsabilidad en los disturbios y dijo a través de sus abogados que había “pasado la página” de su ajustada derrota ante su rival, el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
“Desde el momento de su derrota, hizo una transición y el 30 de diciembre salió del país para unas vacaciones que no tomaba desde hacía cuatro años”, dijo el abogado de Bolsonaro, Daniel Tesser. “El expresidente declaró que las elecciones de 2022 son algo superado”.
El Tribunal Supremo de Brasil ordenó a principios de este mes que Bolsonaro testifique como parte de la investigación. Antes de las elecciones, Bolsonaro había afirmado que las máquinas de votación electrónica eran vulnerables al fraude y la manipulación, y multitudes de partidarios acamparon frente a cuarteles militares en Brasilia en las semanas entre su derrota y el estallido de violencia.
Bolsonaro nunca reconoció explícitamente su derrota y abandonó Brasil rumbo a Florida días antes del final oficial de su mandato en diciembre. Estaba en Estados Unidos durante los ataques, que causaron importantes daños en el palacio presidencial, el tribunal supremo y el congreso.
Un segundo abogado del ex presidente, Paulo Amador da Cunha Bueno, dijo el miércoles que Bolsonaro nunca afirmó que la elección fue amañada en su contra. Dijo que Bolsonaro había repudiado los disturbios la noche en que ocurrieron, y dijo que el que Bolsonaro publicara un video cuestionando el sistema electoral tres días después fue un accidente.
“Este vídeo fue publicado en la página de Facebook del presidente cuando intentaba guardarlo en su archivo de WhatsApp para verlo más tarde”, dijo Bueno a los periodistas, añadiendo que Bolsonaro estaba bajo el efecto de medicamentos porque había sido ingresado en un hospital de Orlando con una obstrucción intestinal.
La investigación sobre el intento de insurrección es solo una de las que Bolsonaro afronta actualmente en Brasil. A principios de este mes, compareció ante la Policía Federal para testificar en un caso relacionado con cerca de US$3 millones en joyas que supuestamente le regaló el gobierno de Arabia Saudita.
Las autoridades electorales de Brasil también están investigando las afirmaciones de Bolsonaro sobre las máquinas de votación durante una reunión de embajadores y diplomáticos extranjeros en Brasilia en julio pasado.
El presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, lanzó el miércoles una investigación separada sobre los disturbios, aprobando oficialmente una investigación que será supervisada por un panel de legisladores de ambas cámaras de la legislatura de Brasil.
--Con la colaboración de Bruna Lessa.
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