Impacto de la cumbre de Petro sobre Venezuela está sujeto a concesiones significativas de EE.UU.

Parte del compromiso asumido por Joe Biden en la conversación con Petro estuvo relacionado con una posible flexibilización de sanciones para Nicolás Maduro

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Caracas — Cinco días después de un encuentro con Joe Biden en la Casa Blanca, el presidente Gustavo Petro encabezó la conferencia internacional sobre Venezuela que busca fórmulas para lograr la reanudación de las negociaciones en México, suspendidas por el chavismo sin señales de querer regresar.

Con un discurso antisanciones, el mandatario colombiano afín al gobierno de Nicolás Maduro instaló la cumbre que reunió a 20 representantes diplomáticos, en un esfuerzo por ejecutar mecanismos que permitan a las delegaciones opositora y oficialista superar los obstáculos que impiden el continuo desarrollo del diálogo.

“La sociedad venezolana quiere no ser sancionada, porque las sanciones han recaído sobre el pueblo (...) América no puede ser un espacio de sanciones, tiene que ser un espacio de libertades, de democracia”, dijo Petro en el conversatorio transmitido vía streaming por la cancillería de su país.

Tras la firma de un acuerdo social en noviembre del año pasado que consistía en la creación de un fondo para el manejo de US$3.200 millones recuperados en el exterior, el cual sería administrado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y cuyos recursos no han sido aún desembolsados, el chavismo condicionó su participación.

Incluso, pocas horas antes de celebrarse la conferencia impulsada por Petro, la administración de Maduro recordó este requirimiento junto a otros similares para el retorno a la mesa de negociación con la oposición. Entre ellos, la liberación del empresario colombiano Álex Saab acusado por lavado de dinero, el cese de investigaciones en tribunales estadounidenses y el levantamiento de sanciones.

“Si alguien de ustedes aspira que las negociaciones políticas vuelvan a México, solamente tienen que hacer algo, que en el comunicado oficial que ustedes aprueben pongan la exigencia de que el Gobierno de EE.UU. deposite los US$3.200 millones secuestrados en las cuentas bancarias que tenemos en el exterior para el plan social firmado en México”, sostuvo Maduro durante su programa semanal transmitido por el canal del Estado el lunes en la noche.

El gobierno de Biden que ya ejecutó un proceso de flexibilización el año pasado, incluyendo una licencia ampliada para Chevron Corp. y su comercialización de crudo venezolano, ha insistido en la necesidad de que el oficialismo retorne a las conversaciones que permitirán avanzar en un cronograma de elecciones libres y transparentes en el país.

Esta medida de alivio de sanciones que impuso Washington a partir de 2017 se mantendría como parte de la estrategia de EE.UU. para presionar a Maduro, y fue precisamente parte del compromiso asumido en la reunión presidencial con Petro, de acuerdo a personas familiarizadas con el asunto.

El nuevo levantamiento de algunas sanciones que apuntaría a la industria petrolera venezolana y el Banco Central de Venezuela (BCV) reforzaría las intenciones de la cumbre por restablecer el diálogo venezolano, así como la final asignación de los recursos aprobados en el acuerdo social, sin embargo, el anuncio se habría retrasado mientras la coordinación entre agencias para la recepción sigue en curso.

“El reto de Petro ahora es lograr un texto de los países invitados a la conferencia Internacional sobre Venezuela que explique con más claridad ‘con qué y cómo se ‘come eso’ de ‘cero sanciones y más democracia’. Traducir esa idea en pasos concretos no es fácil”, comentó Michael Penfold, experto en políticas públicas.

Al encuentro pautado en Bogotá que contó con la participación de Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad; Dag Nylander, facilitador del gobierno noruego para las negociaciones en México; entre otros, se le sumó una alta comitiva de EE.UU. encabezada por Jonathan Finer, viceconsejero de Seguridad Nacional, vista como un logro más de la reunión Petro-Biden.

Aunque se creía que la presencia del dirigente opositor Juan Guaidó en territorio colombiano desde tempranas horas del lunes perjudicaría la reunión, las autoridades colombianas dieron un paso adelante con un vuelo de emergencia a Miami tras negar que el expresidente del gobierno interino de Venezuela estuviese invitado a la conferencia.

Ningún representante de la oposición o el oficialismo venezolano participó en el evento, pese a que existieron reuniones paralelas previas entre Petro y ambos sectores.