Biden anuncia oficialmente candidatura para elecciones presidenciales de 2024

Sus asesores dicen que no se enfrenta a oposición seria para la nominación, pese a que encuestas muestran que muchos demócratas prefieren que no vuelva a presentarse, en parte debido a su edad

Por

Bloomberg — El presidente de EE.UU., Joe Biden, ha anunciado que se presentará a la reelección en 2024. Se enfrenta a un escenario de incertidumbre económica y a un campo republicano dominado por su predecesor, Donald Trump.

En un vídeo difundido el martes, Biden imploró a los votantes que le permitieran “terminar este trabajo” que empezó cuando asumió el cargo, subrayando la importancia de seguir dando a los estadounidenses una “oportunidad justa” y de hacer retroceder a los “extremistas” del Partido Republicano que quieren recortar el gasto público y frenar el derecho al aborto. También pidió rechazar preocupaciones sobre su edad, actualmente 80 años.

Biden dijo que la cuestión a la que se enfrenta la nación es “si tendremos más o menos libertad en los próximos años”, y que él sabía cuál quería que fuera la respuesta.

Aunque ya es la persona de más edad elegida presidente de Estados Unidos y tendría 86 años al final de un segundo mandato, Biden apuesta por que los votantes le recompensen por sus décadas de experiencia y trayectoria, dejando a un lado las preocupaciones por la edad. Había manifestado hace tiempo su intención de optar a un segundo mandato, por lo que el anuncio oficial se daba por hecho. Sus asesores afirman que no se enfrenta a ninguna oposición seria para la nominación del Partido Demócrata, a pesar de que las encuestas muestran que un gran número de demócratas prefieren que no vuelva a presentarse, en parte debido a su edad.

Los resultados de los demócratas en las elecciones legislativas de noviembre de 2022, mejores a lo esperado, han acallado los rumores sobre un importante desafío en las primarias. El expresidente Donald Trump, que ha galvanizado a los demócratas, se ha convertido en el claro favorito del Partido Republicano, lo que refuerza aún más la candidatura de Biden.

Sin embargo, la profunda división política de la nación probablemente signifique una dura campaña para el actual mandatario, incluso si Trump emerge como el candidato del Partido Republicano a pesar de enfrentarse a una acusación penal en Nueva York y al escrutinio sobre su papel durante la insurrección del 6 de enero de 2021, que podría dar lugar a más cargos.

El anuncio de Biden se produjo en el cuarto aniversario de cuando declaró su campaña presidencial en 2019 con la promesa de restaurar el “alma de Estados Unidos”, pero una revancha contra Trump podría resultar aún más contundente que su batalla inicial de 2020.

El anuncio de Biden le permite dar el pistoletazo de salida a la recaudación de fondos para la carrera, que probablemente requerirá incluso más dinero que su campaña de 2020, la primera en la historia de Estados Unidos en juntar US$1.000 millones. También ha reunido un equipo inicial de asesores para dirigir su operación de reelección.

Biden eligió a Julie Chávez Rodríguez, alta funcionaria de la Casa Blanca y veterana de la campaña de 2020, para dirigir su campaña de 2024. Quentin Fulks, que dirigió la campaña de reelección del senador de Georgia Raphael Warnock en 2022, será su adjunto. La elección por parte del presidente de una latina y un negro para dirigir su campaña es notable, dado que su círculo íntimo en la Casa Blanca, que desempeñará un gran papel en la campaña, es casi enteramente blanco.

El senador Chris Coons, del estado natal de Biden, Delaware, y el representante de Carolina del Sur Jim Clyburn, ambos aliados de Biden desde hace tiempo en el Congreso, serán los copresidentes de la campaña. En ese grupo también figuran la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, una estrella demócrata en ascenso, y el magnate de Hollywood y megadonante demócrata Jeffrey Katzenberg.

Para fomentar las contribuciones a la campaña, los principales donantes están invitados a eventos especiales esta semana, incluyendo una cena el viernes por la noche con Biden y reuniones el sábado con altos miembros de su equipo, según dos personas familiarizadas con el asunto.

La carrera de reelección de Biden contrastará con su experiencia en 2020, cuando su campaña se tambaleó antes de que los demócratas llegaran a creer que era el más adecuado para derrotar a Trump y se unieran en torno a él. Luego redujo drásticamente los actos en persona debido a la pandemia de coronavirus.

El presidente entra en esta carrera prácticamente como abanderado demócrata. Sus únicos oponentes declarados son la autora de autoayuda Marianne Williamson y el activista antivacunas Robert F. Kennedy Jr. Otros posibles contendientes han dado su apoyo a Biden.

Kamala Harris, una posible sucesora de Biden que ha sido criticada por algunos demócratas por su actuación como vicepresidenta, retomará su papel como compañera de fórmula de Biden.

Pero esta vez Biden tendrá que gestionar una intensa agenda de campaña al tiempo que dirige el país. Su tarea más urgente es el pulso con los republicanos sobre el aumento del límite de la deuda estadounidense. Hasta ahora, el presidente se ha negado a negociar con el Partido Republicano, al que ha acusado de mantener la economía como rehén de sus exigencias de recortes del gasto a cambio.

Si ambas partes no llegan a un acuerdo, Estados Unidos podría incurrir por primera vez en un impago de su deuda, lo que podría desencadenar una recesión de gran envergadura, así como amplias repercusiones políticas.

La opinión pública culpará a los republicanos por sus maniobras, dicen los asesores del presidente, y su historial de aprobación de importantes leyes sobre infraestructuras, clima, sanidad y fabricación de chips contrasta con la agenda del Partido Republicano. Los republicanos, al mismo tiempo, han culpado a las políticas del presidente de alimentar la inflación, que ha persistido a pesar de las múltiples subidas de tasas de la Reserva Federal.

Trump atacó preventivamente a Biden en un comunicado el lunes antes del anuncio sobre su gestión de la economía, la inflación, la retirada de Afganistán y la inmigración. El expresidente repitió la falsa afirmación de que perdió ante Biden en 2020 porque las elecciones estaban “amañadas”.

La lista republicana sigue dominada por Trump, que ha mantenido su control sobre el partido a pesar de que algunos cargos quieren verle hacerse a un lado en favor de un nuevo liderazgo. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, su principal rival, ha sufrido múltiples reveses en las últimas semanas a medida que Trump ha ido subiendo en las encuestas y que donantes y legisladores cuestionan abiertamente la viabilidad de DeSantis.

Otros candidatos del Partido Republicano son la exembajadora de Trump ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson y el empresario Vivek Ramaswamy. El ex vicepresidente Mike Pence y el senador de Carolina del Sur Tim Scott también están considerando presentarse.

Lea más en Bloomberg.com