Bloomberg — El presidente de EE.UU., Joe Biden, está buscando US$500 millones para contribuir a la protección de la Amazonía brasileña. Es un gesto a su homólogo, Luiz Inácio Lula da Silva, en medio de tensiones entre ambos países vinculadas a posturas sobre la invasión rusa a Ucrania.
En concreto, Biden solicitará al Congreso de su país que destine esa suma a lo largo de cinco años al Fondo Amazonía de Brasil, una iniciativa internacional de conservación creada con Alemania. El fondo tiene como objetivo poner fin a la deforestación de la selva tropical más grande del mundo para 2030.
“La respuesta al desafío climático, quizás el mayor de nuestra generación, depende de la acción coordinada de todos los países”, dijo Lula en una breve presentación de video desde Brasilia tras el anuncio de la Casa Blanca. “Brasil está haciendo su parte”.
La promesa se produce después de las recientes tensiones entre EE.UU. y Brasil debido a las afirmaciones de Lula de que EE.UU., la Unión Europea y Ucrania compartían la responsabilidad de la guerra y las acusaciones de un portavoz del Gobierno de Biden a Brasil de “repetir la propaganda rusa y china”.
Sin embargo, a diferencia de la guerra, la política ambiental y la necesidad de proteger la Amazonía es un punto de fuerte acuerdo entre ambos líderes. El Fondo Amazonía reanudó su pleno funcionamiento con la toma de posesión de Lula en enero, luego de haber sido suspendido durante la Administración de Jair Bolsonaro.
“El Gobierno brasileño ha estado en conversaciones con EE.UU. sobre el Fondo Amazonía y está agradecido por la confianza y la contribución estadounidense al fondo”, dijo la presidencia de Brasil en una declaración a Bloomberg News. El fondo “ha sido un instrumento importante para la preservación y el desarrollo sostenible en la región”.
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