Pérdida tras pérdida, la reputación de este multimillonario se resiente en Brasil

Este hombre de 74 años ha perdido cerca del 86% de su inversión en la compañía de servicios públicos Light SA, situada en Río de Janeiro, a medida que ésta, carente de liquidez, trata de evitar el impago

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Bloomberg — A tan solo unos meses, del enorme error en la contabilidad que llevó al vendedor minorista Americanas SA a acogerse a protección por quiebra, otro desastre empresarial está mancillando la reputación y la riqueza del multimillonario brasileiro Carlos Alberto Sicupira.

Este hombre de 74 años, cofundador de la empresa de adquisiciones 3G Capital Inc. y que contribuyó a la creación de los gigantes mundiales Anheuser-Busch InBev SA y Kraft Heinz Co. (KHC) ahora ha perdido cerca del 86% de su inversión en la compañía de servicios públicos Light SA (LIGT3), situada en Río de Janeiro, a medida que ésta, carente de liquidez, trata de evitar el impago.

Sicupira tiene actualmente un 10% de participación en Light, lo que no es habitual en el esquivo hombre de negocios, que desde los años setenta ha decidido la mayoría de las grandes inversiones al lado de sus socios de 3G Jorge Paulo Lemann y Marcel Telles.

Se lanzó por su cuenta a apostar por la empresa de electricidad en el año 2020, influido por Ronaldo Cezar Coelho, amigo y colega inversor, explica una fuente conocedora de la operación, que solicitó no ser identificada por motivos de privacidad. La idea era aprovechar el resurgimiento de Light, pero el resultado ha sido una pérdida de unos 480 millones de reales (US$97 millones), a partir de la fecha en que la inversión se hizo pública.

Para Sicupira, es una cuestión tanto de efectivo como de imagen. Ha sido el más activo del trío 3G en Brasil en los últimos años, e incluso se involucró personalmente en conversaciones con los acreedores de Americanas para tratar de llegar a una solución luego de la implosión del minorista a principios de este año.

Los errores contables y la posterior caída de Americanas asestaron un duro golpe a la reputación de los tres multimillonarios de 3G. Telles, Lemann y Sicupira, que actualmente poseen una participación de alrededor del 30%, han invertido en la empresa centenaria desde la década de 1980, lo que genera dudas sobre cómo algunos de los más exitosos ejecutivos de empresas podrían haber pasado por alto un enorme pasivo.

Pero la apuesta por Light se reduce a Sicupira. Su patrimonio neto es de cerca de US$8.700 millones, según el índice de multimillonarios de Bloomberg, lo que lo convierte en el cuarto hombre más rico de Brasil.

Un representante de Sicupira dijo que no estaba disponible para hacer comentarios.

Luz tenue

Light, que inició su actividad en 1899, proporciona energía a unos 11,6 millones de personas en la ciudad natal del multimillonario, Río. La administración ha luchado para combatir las conexiones eléctricas ilegales, especialmente en las comunidades densamente pobladas que se arrastran por las montañas de la ciudad. Eso agrava los problemas con el cobro de pagos y la morosidad bajo la presión de las tasas de interés altísimas.

Las acciones rondan cerca de un mínimo histórico después de que la compañía registrara una pérdida mucho mayor de lo esperado para el cuarto trimestre. Los US$600 millones en bonos de Light con vencimiento en 2026 colapsaron a un mínimo histórico de 27 centavos la semana pasada, según los datos de bonos de Trace.

“Esto va a ser un desastre”, dijo Declan Hanlon, estratega jefe de crédito corporativo de mercados emergentes de Santander Investment Securities. “En una reestructuración normal tienes la empresa y un grupo de bonistas. Aquí tienes el regulador y las concesiones también”.

Light, que como empresa de servicios públicos tiene que cumplir con diferentes leyes de protección contra quiebras, obtuvo la aprobación judicial para suspender los pagos de una deuda de aproximadamente US$2.200 millones durante 30 días mientras negocia con los acreedores. La compañía también está tratando de extender un contrato clave que finaliza en 2026, y ha contratado al asesor financiero Laplace y la firma legal BMA.

Los representantes de Light no respondieron a las solicitudes de comentarios.

“Desde la perspectiva de un inversionista, esta incertidumbre legal sobre Light es extremadamente preocupante”, dijo Marcelo Farias, gerente de BB Asset y uno de los 26 miembros del grupo, que posee 4.700 millones de reales (US$940 millones) en deuda de Light. “Criticamos la falta de diligencia de la empresa con los mercados de capitales y este enfoque ‘kamikaze’ de la gerencia. Fastidiaron a sus accionistas y todas las vías posibles de financiación y secuestraron a sus acreedores”.

Farias dijo que el grupo de inversionistas ha estado tratando de hablar con la empresa desde febrero y solo ha recibido respuestas breves.

La calificación basura de Moody’s Investors Service implica una “alta probabilidad de incumplimiento” con una tasa de recuperación promedio para los tenedores de bonos entre 65% y 80%. Fitch Ratings advirtió la semana pasada que el anuncio de un plan de reestructuración formal justificaría una rebaja al incumplimiento.

A principios del siglo XX, Light llevó la energía hidroeléctrica a Río y también operó líneas de tranvía y una unidad telefónica, según su sitio web. En la década de 1990, se privatizó, pero no logró consolidar un plan de crecimiento. Decepcionó aún más a los inversores cuando la resaca de la recesión golpeó a la ciudad después de la Copa del Mundo de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.

Sus principales acreedores incluyen fondos vinculados a la unidad de gestión de activos de Banco do Brasil SA (BBAS3) e Itaú Unibanco Holding SA (ITUB4), según divulgaciones de inversores y datos recopilados por Bloomberg. Los datos, que reflejan solo el 29% de la deuda pendiente de Light, incluyen tenencias de fondos pasivos y no necesariamente incluyen participaciones que no se requieren divulgar.

Coelho sigue siendo el principal accionista de Light con una participación del 20%, seguido de Sicupira, que invirtió a través de un vehículo de Banco Santander SA (SAN). BlackRock Inc. (BLK) tiene la tercera mayor participación, de alrededor del 9,3%, según datos del regulador de valores de Brasil. El valor de mercado de Light ahora es de 790 millones de reales (US$158,7 millones).

“Habrá una solución que reconozca esta situación en Río, donde se roba más de la mitad de la energía que se distribuye a las residencias”, dijo Coelho, de 76 años, en una entrevista. “En Río, incluso los autos eléctricos de lujo están cargados con energía robada”.

Con la asistencia de Barbara Nascimento.

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