Bloomberg Línea — La reaparición del brote de cólera llega a un país sumido en una de las peores crisis sociopolíticas de su historia, en medio de inestabilidad y violencia desenfrenada de las pandillas que están complicando los graves niveles de inseguridad alimentaria y hambre, de acuerdo con las alertas de instancias internacionales.
Desde su detección en octubre de 2022, tras tres años sin diagnosticar casos positivos, Haití registra alrededor de 665 muertes por cólera y más de 36.200 personas sospechosas de portar el mal, según el Ministerio de Salud.
La epidemia de 2010-2019 infectó a 820.000 personas y mató a casi 10.000, dicen reportes oficiales.
Haití fue, tras los Estados Unidos de América, el primer país del continente americano en declarar su independencia con una revolución de esclavos y mulatos que, en 1804, vencieron a los ejércitos de Napoleón, pero en el último siglo la nación se convirtió en la más pobre de la región.
La grave situación de este país de 11,4 millones de personas es el resultado de recesiones económicas, un estancamiento político y niveles sin precedentes de violencia de pandillas.
La situación crítica se agudizó aún más luego del magnicidio del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021. Ahora, varios barrios de la capital, Puerto Príncipe, se han convertido en una zona de guerra, lo que dificulta el transporte de mercancías y la prestación de servicios.
La violencia urbana y la inseguridad han desplazado 155.000 personas dentro de Haití, reportó el Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés). Otras 1,7 millones que han salido del país.
La lucha diaria de vivir en Haití
Para millones de haitianos, la vida es una lucha diaria a causa del hostigamiento de la violencia.
En el primer trimestre del año, se registraron 389 secuestros, señaló el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (Cardh), en un informe fechado el 4 de abril de 2023.
Por su lado, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACDH) informó que desde el pasado enero y hasta el 15 de marzo de 2023, 531 personas murieron y 300 resultaron heridas en incidentes relacionados con bandas delictivas, principalmente en la capital.
El informe reveló que la mayoría de las víctimas murieron o resultaron heridas por francotiradores que presuntamente dispararon al azar contra personas que se encontraban en sus casas o en la calle.
Las pandillas armadas controlan el 80% del territorio nacional, dijo Ulrika Richardson, titular de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Haití (OCHA, por sus siglas en inglés).
“Los haitianos ponen en peligro sus vidas sólo por intentar ir a trabajar, alimentar a sus familias o llevar a sus hijos a la escuela”, dijo Richardson en un pronunciamiento emitido el 14 de abril en la que instó a la comunidad internacional a reunir US$720 millones para ayudar a 3 millones de ciudadanos de ese país caribeño, es decir, el 60% de los 5,2 millones de haitianos que necesitan asistencia humanitaria.
Este llamamiento de financiación para 2023 es el más grande para el país desde el devastador terremoto de 2010 y más del doble de la cantidad solicitada el año pasado, estimó la OCHA.
La inseguridad alimentaria
Más de 4,9 millones de haitianos, o casi la mitad de la población, se enfrentan a niveles de crisis de inseguridad alimentaria, muestran los reportes de Naciones Unidas.
“El imperativo ahora es salvar vidas y salvaguardar la seguridad alimentaria básica y la salud en un entorno extremadamente difícil”, dijo Bernard McCaul, director regional de GOAL para América Latina y el Caribe.
Este martes, la organización de ayuda humanitaria GOAL anunció que está lanzando una respuesta a gran escala ante la crisis humanitaria en Haití en apoyo a más de 500.000 afectados.
“La gran complejidad de esta crisis es un desafío para la comunidad humanitaria, pero no debemos usarla como excusa para retrasarla”, refirió McCaul.