La red Ethereum, cuya criptomoneda nativa ETH es la segunda mayor del mundo por capitalización bursátil, es una de las mayores blockchains del mercado y está en constante evolución, recibiendo actualizaciones periódicas para mejorar su capacidad técnica y sustentabilidad. Desde el lanzamiento de Beacon Chain en diciembre de 2020, que marca la transición a un sistema de consenso Proof of Stake (PoS), la plataforma ha experimentado grandes cambios.
En septiembre de 2022, la red experimentó su última gran actualización, conocida como “The Merge”, que permitió la migración a un sistema actual más completo (PoS). Anteriormente utilizaba el sistema Proof of Work, un motor de minería para procesar y validar transacciones que consumen altos niveles de energía. El cambio también empezó a permitir el staking de ETH (la criptodivisa nativa de Ethereum), es decir, el bloqueo de 32 ETH para ejecutar nodos que contribuyen a la seguridad de la red y a la validación de transacciones.
Este mes, abril de 2023, una nueva actualización llega al mercado. Bautizada como Shanghai, aporta mejoras para que la red sea aún más escalable, segura y eficiente. También supone un paso adelante para que el motor PoS sea totalmente funcional.
Pero, ¿qué significa esto para los usuarios?
Los cambios que la actualización de Ethereum Shanghai supone para los usuarios son significativos. A partir de ahora, los usuarios podrán retirar sus fondos en staking ETH directamente en Ethereum o a través de exchanges.
Para entender qué está pasando y cómo afecta a los usuarios esta actualización, Binance, el mayor proveedor de liquidez para el ecosistema de blockchain y criptomonedas y el mayor exchange de criptomonedas del mundo, ha realizado un estudio en el que detalla las características de esta fase.
En el staking , el usuario toma sus criptomonedas y las bloquea para participar en una blockchain, y contribuir así a dotar de mayor seguridad a la red. A cambio, este usuario recibe un ingreso pasivo por poner a disposición estos fondos. Cuando se implantó PoS, los usuarios podían hacer staking de 32 ETH para convertirse en validadores. Pero sus fondos estaban bloqueados. Ahora, pueden retirar estos fondos.
Con la posibilidad de retirar los fondos de staking, muchas personas se preguntan cuál será el efecto de esta actualización en el precio de ETH. Hasta el momento, el 13,81% de todos los tokens ETH están en staking, según la página de Staking Rewards. Más de 16,5 millones de tokens de ETH, equivalentes a 25.000 millones de dólares, han sido asignados a transacciones de staking a través de más de 520.000 validadores.
La liberación de estos fondos podría desbloquear una cantidad significativa de fondos y aumentar la liquidez, ya que los titulares podrán retirar y vender sus tenencias. Para muchos operadores e inversores, el porcentaje de la oferta total de monedas de staking será un aspecto importante a vigilar.
Por otra parte, el staking de ETH puede resultar atractivo para los usuarios por su mayor liquidez. Con la actualización de Shanghai, es posible hacer staking con condiciones más atractivas, lo que tiende a aumentar la demanda de la criptomoneda.
Conozca otras actualizaciones de Ethereum
Hasta ahora Ethereum ha pasado por seis fases, estas son:
La Fusión
La primera fase fue la implementación de Beacon Chain, una nueva capa de consenso, que combinó la capa de ejecución de Ethereum con Beacon Chain, migrando la red a un mecanismo de consenso Proof of Stake (PoS). El objetivo de este cambio era hacer la red más segura, sostenible y escalable.
La oleada
La segunda fase consistió en dividir los datos del blockchain de Ethereum en diferentes fragmentos, conocidos como shards, para repartir la carga computacional y aumentar la capacidad de la red. Esto permitió a Ethereum procesar más transacciones en paralelo.
El Verge
La tercera fase introdujo los “Verkle Trees” para optimizar el almacenamiento de datos en los nodos de Ethereum, una potente herramienta para la escalabilidad. Mediante el uso de árboles verkle, los nodos pueden comprobar si la información es válida sin tener que almacenar los datos completos.
El azote
La cuarta fase limitó la cantidad de extractores MEV (Miner Extraordinary Value) explotadores que los validadores pueden extraer, promoviendo la descentralización y garantizando una inclusión de transacciones fiable y neutral.
La Purga
La quinta fase pretende reducir la congestión de la red disminuyendo el espacio de almacenamiento en disco duro que necesitan actualmente los validadores.
El derroche
La sexta fase se compone de diferentes actualizaciones menores para garantizar el buen funcionamiento de Ethereum.