Rusia busca aplacar golpes al rublo en medio de éxodo de empresas extranjeras

Autoridades rusas están desarrollando un mecanismo para limitar las compras de divisas duras por parte de las empresas extranjeras que salgan del país

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Bloomberg — El rublo ruso ha caído a mínimos de un año tras una depreciación del 9% frente al dólar estadounidense este año, lo que le convierte en la divisa con peor comportamiento entre las monedas de mercados emergentes, después del peso argentino.

Este descenso se atribuye en parte a una serie de ventas de activos por parte de empresas de países opuestos a la invasión rusa de Ucrania. En respuesta, el Gobierno ruso y el Banco de Rusia están desarrollando un mecanismo para limitar las compras de divisas fuertes por parte de las empresas extranjeras que salgan de Rusia. Esta medida pretende frenar el impacto del éxodo de inversores extranjeros sobre el rublo.

Según el Ministerio de Finanzas, el límite a las compras de divisas duras puede ser flotante y depender de las condiciones del mercado. El ministerio subrayó que las decisiones siempre tendrían en cuenta las condiciones del mercado para evitar desestabilizar el mercado de divisas. Mientras tanto, el banco central planea intensificar la regulación para evitar saltos bruscos del rublo, sobre todo porque ya se han aprobado y están en trámite varias salidas de empresas extranjeras. Una fuente familiarizada con el asunto, que habló bajo condición de anonimato, confirmó la intención del banco central.

Según otra persona familiarizada con los planes, es probable que Rusia establezca un límite a las compras de divisas para cada operación de forma individual durante la fase de aprobación, y es poco probable que introduzca normas generales o anuncie topes oficiales.

El Banco de Rusia no respondió a una solicitud de información.

El rublo se ha ido debilitando desde principios de año, a medida que la recuperación de los volúmenes de importación y una serie de ventas de activos extranjeros alimentaban la demanda de divisas. Por otra parte, la liquidez en dólares en la Bolsa de Moscú es baja, mientras que los ingresos por exportaciones disminuyen en medio de las amplias sanciones por las acciones en Ucrania.

Según las normas del Kremlin, introducidas durante la guerra, los inversores extranjeros de países opuestos al conflicto tienen prohibido vender sus activos en Rusia sin la aprobación de una comisión gubernamental especial. Para obtener luz verde, están obligados a vender empresas con un descuento de al menos el 50% del valor de mercado y pagar una contribución al presupuesto ruso.

En lo que va de año, las operaciones han incluido la venta de la noruega Wenaas Hotel Russia AS a Sistema PJSC por 200 millones de euros (US$218 millones), la enajenación de 11 plantas de Henkel AG & Co. y las operaciones rusas de Nokian Tyres.

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