Bloomberg — La semana pasada, los países de la OPEP+ acordaron recortar la oferta de petróleo. Según sus previsiones, ello provocará un déficit de suministro mundial que seguirá creciendo a lo largo del año. Sus datos muestran que los mercados mundiales podrían sufrir un desabastecimiento de unos 2 millones de barriles diarios en el cuarto trimestre debido a los recortes anunciados por el cártel. El endurecimiento de las perspectivas ha impulsado los futuros del petróleo hasta los US$87 por barril, lo que aumenta la preocupación por la inflación y el crecimiento económico mundial, apuntalando al mismo tiempo los ingresos de la coalición OPEP+.
El 2 de abril, Riad y sus socios sorprendieron a los operadores de crudo y dispararon los precios con la reducción de la oferta. La medida era necesaria para disuadir a los especuladores de hacer apuestas injustificadas contra el petróleo, según los responsables de la OPEP. Sin embargo, la Agencia Internacional de la Energía, que asesora a los países consumidores, calificó la decisión de “mala sorpresa”.
El informe de la OPEP justifica los recortes de suministro diciendo deberían reducir el excedente de oferta previsto para este trimestre. Aunque los inventarios de petróleo están por encima de su media de cinco años, la producción actual de los 13 miembros de la OPEP es unos 300.000 barriles diarios superior a la necesaria de abril a junio, con 28,8 millones de barriles diarios. Algunos analistas creen que el endurecimiento de las perspectivas podría llevar al petróleo de vuelta por encima de los US$100 el barril.
Pero en la segunda mitad del año los mercados mundiales se tensarán considerablemente. La OPEP ya preveía un déficit de oferta durante el verano boreal, y los recortes recién desvelados harán que la escasez sea aún más pronunciada.
Aunque la OPEP+ describió los recortes como una “medida de precaución destinada a apoyar la estabilidad del mercado”, el grupo sigue previendo un aumento sustancial de la demanda mundial de petróleo este año. Según sus previsiones, el consumo aumentará en 2,3 millones de barriles diarios, superando los niveles anteriores a la pandemia y alcanzando la cifra récord de 101,89 millones de barriles diarios.
En la práctica, se prevé que las reducciones de producción de la OPEP sean menores de lo anunciado, pues algunos miembros ya bombean por debajo de sus niveles objetivo. Pero incluso si sólo los principales países del Golfo aplicaran el acuerdo, la producción de la OPEP se reduciría a unos 28 millones de barriles diarios, aproximadamente 1,6 millones menos de lo que la organización cree que se necesitará en el tercer trimestre y al menos 2 millones menos de lo necesario en el cuarto.
Según el informe, se prevé que la demanda de crudo del grupo alcance los 30,3 millones de barriles diarios en los tres últimos meses del año.
El déficit podría atenuarse considerablemente gracias a Rusia, miembro clave de la coalición más amplia OPEP+, que está recortando por separado la producción en respuesta a las sanciones por la guerra de Ucrania.
Los cálculos de la OPEP parten de la base de que el suministro ruso se reducirá en 750.000 barriles diarios de media este año y sufrirá un fuerte desplome este trimestre. Se trata de una caída mucho mayor que la reducción de 500.000 barriles diarios prometida recientemente por Moscú.
Las exportaciones rusas se han mostrado obstinadamente resistentes a pesar de las promesas de contraatacar la censura internacional por la invasión, aunque la ralentización de los últimos datos de transporte marítimo sugiere que las sanciones podrían estar empezando a hacer mella.
Está previsto que la alianza OPEP+ revise su política de producción para el segundo semestre del año en una reunión a principios de junio.
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