Bloomberg — El presidente del Banco Central de Brasil, Roberto Campos Neto, dijo a los inversores que se sentía alentado por el dato de inflación de esta semana, pero que quería ver una tendencia a la baja antes de cambiar de rumbo, según tres personas familiarizadas con las conversaciones.
Los responsables políticos están esperando a que las expectativas de inflación a largo plazo caigan antes de empezar a relajar los tipos de interés, dijo Campos Neto en un evento celebrado el miércoles por XP Investimentos SA, según las personas presentes, que solicitaron el anonimato para discutir su presentación. La charla coincidió con las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional en Washington.
La inflación anual alcanzó el 4,65% en marzo, por debajo de la estimación media del 4,71% de los analistas encuestados por Bloomberg. La sorpresa positiva avivó la subida de los mercados, que volvieron a calibrar las probabilidades de un recorte de tipos antes de lo previsto.
Un portavoz del banco central declinó hacer comentarios.
El banco central ha mantenido la Selic de referencia en el 13,75%, el nivel más alto en seis años. Esto ha provocado la ira del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que argumenta que los elevados costes de los préstamos están perjudicando a la inversión y a los pobres del país. El líder izquierdista también considera que los tipos altos son un lastre para el crecimiento que reforzaría sus esfuerzos por reducir la pobreza y restablecer la prosperidad.
El equipo económico de Lula presentará un nuevo marco fiscal al Congreso en los próximos días, un plan que el gobierno espera que alivie los temores del mercado sobre el aumento de la deuda y el gasto público y siente las bases para unos tipos de interés más bajos. Lula bendijo públicamente la propuesta esta semana.
Campos Neto se mostró optimista de que el Congreso brasileño apruebe la propuesta de gasto público sin suavizar aspectos clave de la misma, según uno de los asistentes.
--Con la colaboración de Andrew Rosati.