Principales bancos de EE.UU. revelarán mayor caída de depósitos en una década

Los de JPMorgan Chast & Co., Wells Fargo & Co. y Bank of America Corp. habrían caído US$521.000 millones a nivel interanual

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Bloomberg — Los principales de EE.UU. están a punto de revelar la magnitud de los retiros de depósitos por parte de sus clientes en el primer trimestre del año.

En concreto, aquellos en JPMorgan Chast & Co. (JPM), Wells Fargo & Co. (WFC) y Bank of America Corp. (BAC) habrían caído US$521.000 millones a nivel interanual. De confirmarse, sería la mayor caída en una década, según estimaciones de analistas.

La caída tiene lugar luego de que una inyección de efectivo tras el tumulto en el sector de los bancos regionales no lograra contrarrestar el éxodo de clientes hacia productos con mayores tasas de interés.

“Con mucho, el mayor problema para los bancos gira en torno a los depósitos, tanto para el trimestre como para marzo”, dijo en una entrevista Mike Mayo, analista de Wells Fargo & Co. “No responder significa reprobar en este examen”.

Western Alliance Bancorp aprendió la lección por las malas la semana pasada, cuando publicó información financiera actualizada que omitía datos sobre los niveles de depósitos. Los accionistas hicieron caer las acciones de la empresa con sede en Phoenix, hasta que más tarde publicó datos sobre depósitos que eran mejores de lo que algunos analistas temían.

Para los competidores más pequeños como Western Alliance, el problema es doble: Sus clientes también quieren más por su dinero, y el reciente colapso de tres prestamistas regionales ha puesto nerviosos a los consumidores, incitándoles a retirar su dinero y depositarlo en bancos más grandes.

Las turbulencias también han afectado a los valores bancarios. El índice KBW Bank ha caído un 19% este año, y sólo en marzo perdió un 25%. Los bancos regionales fueron los que más perdieron en ese periodo, con First Republic Bank perdiendo un 89%.

Los próximos datos del primer trimestre de los grandes bancos podrían intensificar la preocupación por la mezcla de depósitos y, en caso de que los prestamistas no cumplan las expectativas, desencadenar más preguntas sobre la salud y el futuro del sector.

Lucha por los fondos

Las entidades de crédito empezaron a ver cómo disminuían los depósitos a principios del año pasado, a medida que los niveles históricos de inflación mermaban los ahorros de los consumidores. A pesar de ello, pudieron mantener a raya los costes de los depósitos, y muchos bancos seguían pagando sólo unos pocos puntos básicos de interés por las cuentas corrientes básicas.

Esto ha cambiado. En medio de la cacofonía de titulares sobre la agresiva presión de la Reserva Federal para subir las tasas de interés, los consumidores y las empresas han acudido en masa a los fondos del mercado monetario, haciendo que el importe total de estos fondos alcance la cifra récord de US$5,2 billones, frente a los US$4,59 billones de hace un año.

Eso significa que las betas de los depósitos, el porcentaje de variación de las tasas de mercado que los bancos trasladan a sus clientes, estarán en el punto de mira en los próximos días, ya que se han quedado rezagadas en los últimos trimestres.

“Ya había sido un entorno ferozmente competitivo para la captación de depósitos, y los recientes colapsos bancarios pueden convertir la lucha a cuchillo de los depósitos en un metafórico tiroteo”, escribieron en una nota David Chiaverini y Brian Violino, analistas de Wedbush Securities.

Aunque la subida de tasas podría obligar a los bancos a pagar unos cuantos puntos básicos más a los ahorradores, también les está reportando cantidades récord de ingresos netos por intereses. Para los bancos más grandes, esto está impulsando los márgenes netos de interés, un indicador clave de rentabilidad que mide la diferencia entre lo que un banco paga a los depositantes y lo que recauda por los préstamos.

Aun así, a los analistas les preocupa que, a medida que los bancos se vean obligados a gastar más en los depositantes, vean cómo se reducen esos márgenes.

“Las ganancias de abril tendrán que ver con las perspectivas, no con los resultados”, dijo Betsy Graseck, analista de Morgan Stanley, en una nota a clientes en la que rebajó la perspectiva de los beneficios de los bancos en 2023 y 2024 “para reflejar la aceleración de las betas de depósito que impulsan a la baja los NIM.”

Gestión de pasivos

Los efectos de la subida de las tasas de interés también se dejarán sentir en otros ámbitos de los beneficios. En la época en que los bancos acumulaban niveles récord de depósitos, muchas entidades optaron por invertir ese exceso de efectivo en activos seguros -como bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas- para obtener un poco de rendimiento mientras esperaban a que se materializara la demanda de préstamos.

Cuando la Reserva Federal empezó a subir las tasas, esos activos perdieron valor. Ahora, los prestamistas serán examinados por esas decisiones anteriores sobre cómo y dónde invirtieron su exceso de efectivo.

Sin duda, la mayoría de los bancos estadounidenses mantendrán estos activos hasta su vencimiento, por lo que las pérdidas no se materializarán a menos que tengan que venderlos. Además, el colapso de tres prestamistas regionales ha provocado un repunte de los bonos del Tesoro, lo que debería frenar algunas de las pérdidas en papel.

Esto ha dejado a los analistas e inversores a la espera de algún tipo de actualización sobre cómo están funcionando estas carteras de valores y si la reciente agitación ha cambiado el enfoque de los bancos a la hora de invertir.

“Los inversores y las partes interesadas van a fijarse en la composición del balance de un banco y en los activos mantenidos hasta su vencimiento, a los que muchos no prestaban mucha atención hasta las últimas semanas”, dijo en una entrevista John Walsh, director de operaciones bancarias y de mercados de capitales de EY Americas.

Problemas de negociación

A pesar de la reciente volatilidad, los bancos han advertido de que es probable que los ingresos por negociación registren una caída en los tres primeros meses del año en comparación con el año anterior, cuando la invasión rusa de Ucrania agitó los mercados e impulsó la actividad de los clientes.

Para los cinco mayores bancos de Wall Street -un grupo que incluye a JPMorgan, Bank of America, Citigroup Inc. (C), Goldman Sachs Group Inc. (GS) y Morgan Stanley (MS)- se espera que los ingresos totales por negociación caigan US$3.200 millones, o un 10%, hasta US$29.900 millones.

Estas empresas también han afirmado que la reciente agitación del mercado ha contribuido a prolongar la ralentización de los negocios de negociación y mercados de capitales. En las cinco mayores empresas, se espera que estas comisiones caigan un 25% con respecto a los niveles ya bajos del año pasado.

“Mucho de esto depende de cómo se desarrolle el entorno geopolítico y macroeconómico”, advirtió el mes pasado el Director Financiero de Citigroup, Mark Mason. “La trayectoria del repunte va a depender realmente de eso hasta cierto punto”.

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