Inflación de Colombia lleva 22 meses subiendo, ¿los empresarios sí pueden bajarla?

Luego de que la inflación tocara un nuevo máximo en marzo, el MinHacienda dijo que los empresarios deberían ayudar a moderar los precios, ¿qué tan viable es?

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Bogotá — Desde mayo de 2021 la inflación de Colombia ha mantenido su tendencia alcista y actualmente se mantiene en máximos históricos: en 13,34% anual en marzo. Pese a que se esperaba a que el indicador empezara a ceder desde marzo, el resultado sorprendió al mercado, incluido al ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.

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Una vez conocido el dato oficial, el ministro Ocampo dijo a través de su cuenta de Twitter que “es hora de que los empresarios ayuden a moderar la inflación de productos industriales y de servicios”.

Sus declaraciones abrieron un nuevo debate y es si en realidad los empresarios pueden tomar medidas que ayuden a bajar la inflación, si esto sería efectivo y si el Gobierno también puede jugar un papel importante en la reducción y cómo. Bloomberg Línea consultó a expertos.

¿Los empresarios sí pueden ayudar a bajar la inflación de Colombia?

“La inflación no es culpa de los empresarios. El Índice de Precios al Productor (IPP) se ha acelerado mucho por cuenta de los costos de los insumos, el dólar, los costos de logística, transporte y como cobertura ante la incertidumbre económica. Esos mayores costos se traducen en un precio de venta más alto”, explicó Germán Machado, docente de economía de la Universidad de los Andes y el CESA.

De acuerdo con Julio Romero, director de macroeconomía y mercados de Corficolombiana, los empresarios ya hicieron un esfuerzo para no trasladar al consumidor todo el sobrecosto en los insumos que asumieron después de la pandemia debido a las disrupciones en el abastecimiento que venía desde China. Eso hizo que el IPP tuviera un incremento acelerado, mucho más fuerte que el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Romero recordó que, sobre todo en 2022, el IPP llegó a tener versiones anuales del 30%, mientras que el IPC aunque se mantiene en sus niveles más altos del siglo (13,34%), son inferiores a los del IPP. Además, el experto mencionó que estudios del Banco de la República demuestran que después del paro nacional de 2021 aún no se ha normalizado la producción o el ciclo en el sector agro como el avícola, lo cual ha generado ciertas presiones en los precios de los alimentos.

Lo anterior, sumado a un aumento en la tasa de cambio y la prima de riesgo del país ha encarecido el financiamiento de las empresas y del gobierno, lo cual también termina afectando al consumidor final. Entonces, “el espacio para que los empresarios sigan haciendo más (bajando precios, reduciendo márgenes) es limitado porque ya se absorbió gran parte del choque de costos sin trasladarlo al consumidor”, dijo Romero.

En todo caso, añadió Machado, “en el contexto actual, con un dólar más bajo, menores costos logísticos y ya habiéndose causado las mayores indexaciones del año, próximamente veremos una moderación importante del alza en los precios de los productos ofrecidos por la industria”.

Para Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, “el contexto que hay mundialmente en este momento ha mostrado que bajar la inflación, no solo en Colombia sino en el mundo, es complicado. Los empresarios lo que pueden hacer es aumentar su productividad, así todo sería más fácil y económico de realizar, generando además competencia y por ende la posibilidad de disminuir los precios o de mantenerlos de manera competitiva. Esa sería la forma en que podrían ayudar a bajar la inflación”.

¿Y qué podría hacer el gobierno?

Desde la visión de Olarte, “el Gobierno nacional, y en general las políticas públicas, deberían incentivar a que la competencia sea lo más productiva posible, entre más se estimule la competencia más será el incentivo de los empresarios por hacer las cosas de manera más eficiente, menos costosas y con mayor calidad”.

Mientras tanto, para Romero, “el gobierno lo que puede hacer es construir confianza, generar señales que den tranquilidad a los inversionistas y a los empresarios porque en la medida en que haya más confianza, más transparencia para quienes invierten y apuestan por crear empresa, por generar empleo, por aumentar la oferta de bienes y servicios en Colombia, ese aumento en la oferta terminará ayudando a que haya disponibilidad de ese producto y los precios puedan disminuir”.

Por su parte, Machado comentó que “el gobierno podría reducir los impuestos que gravan los productos y servicios que tienen mayor impacto en la inflación, lo que podría resultar en una disminución de los precios al consumidor final. Debe promover la desindexación con el salario mínimo y generalizar el uso de las UVT. También podría moderar la velocidad del incremento del gasto público para evitar sobrecalentar la economía. Otras medidas pueden incluir incentivos a la producción nacional, que reduzcan la vulnerabilidad de la inflación frente a la tasa de cambio”.

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