Bloomberg — La inflación de Brasil se desaceleró más de lo previsto en marzo, tocando su nivel más bajo desde enero de 2021, mientras el Congreso se prepara para debatir el nuevo marco fiscal propuesto por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
En concreto, los datos publicados este martes mostraron que la inflación interanual fue de 4,65%, menos que el 5,6% de febrero y por debajo del 4,71% estimado por analistas encuestados por Bloomberg. La inflación intermensual se desaceleró a 0,71%.
El banco central del país ha mantenido su tasa de referencia en 13,75% durante cinco reuniones seguidas en respuesta a un panorama inflacionario en deterioro. El creciente endeudamiento y los planes de Lula para que el Estado desempeñe un papel más activo en la economía han generado preocupación tanto entre los inversores como a los analistas, que afirman que las cuentas públicas de Brasil están en mal estado.
Lo que dice Bloomberg Economics
“El resultado del IPC de marzo no provocará una bajada de tasas. Las expectativas de inflación a largo plazo todavía tienen que converger hacia los objetivos y los participantes en el mercado tienen que ver una mejora de las perspectivas de la deuda pública.”
- Adriana Dupita, economista de Brasil y Argentina
Las tasas de swaps del contrato con vencimiento en enero de 2024, que indican la opinión de los inversores sobre la política monetaria a finales de este año, cayeron más de ocho puntos básicos en las operaciones matinales. El real ganó un 0,35%, hasta 5,0492.
El presidente de Brasil espera aliviar muchos temores sobre el presupuesto del país con una nueva propuesta para limitar el gasto, que se presentará a los legisladores a finales de esta semana junto con las directrices para el presupuesto de 2024. El Gobierno promete aumentar los ingresos para eliminar el déficit fiscal primario el año que viene con medidas como gravar las apuestas en línea y las compras en el extranjero.
La presentación del plan por parte del ministro de Finanzas, Fernando Haddad, llevó a los analistas a mantener estables sus previsiones de inflación a principios de abril, según la encuesta semanal de economistas del Banco Central. Se rompe así una serie de subidas en las semanas anteriores.
En marzo, los costos del transporte subieron un 2,11% al expirar las exenciones fiscales a los carburantes, lo que representó el principal motor de las subidas mensuales. Los productos más caros de salud y cuidado personal, que aumentaron un 0,82%, fueron otro factor significativo, mientras que los artículos para el hogar cayeron un 0,27%, dijo la agencia de estadísticas.
Lula critica regularmente la decisión del Banco Central de mantener altos las tasas de interés, una medida que, según el presidente, está obstaculizando la economía nacional y perjudicando tanto a la inversión como a los más pobres del país.
La inflación anual en la mayor economía de América Latina se ha desplomado desde el máximo del año pasado de más del 12% y ahora ha vuelto a caer dentro del rango objetivo del banco. Las autoridades apuntan a un aumento de los precios del 3,25% para 2023 y del 3% para 2024, con un margen de tolerancia de más o menos 1,5 puntos porcentuales.
Aun así, los analistas esperan que el crecimiento de los precios al consumo se acelere a finales de año. Los banqueros centrales han dicho que quieren evaluar el impacto de la propuesta fiscal en las expectativas de inflación antes de decidir si pueden empezar a recortar las tasas más adelante este año.
--Con la colaboración de Martha Beck, Giovanna Serafim y Robert Jameson.
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