China podría no necesitar la tecnología occidental mucho más tiempo

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Los gobiernos de Occidente se muestran cada día más reticentes a intercambiar tecnología con los chinos. Estados Unidos y los Países Bajos acaban de establecer nuevas limitaciones a las exportaciones de semiconductores y maquinaria para producirlos. Entretanto, las compañías de China están escalando puestos en la tabla de las que más invierten en investigación y desarrollo, un indicio de que quizá no vayan a precisar de la tecnología de los países del oeste durante mucho tiempo más.

Hace 5 años, cuando confeccioné mi anterior listado, la multinacional de infraestructuras y aparatos de telefonía móvil Huawei Investment & Holding Co. se situaba en la sexta posición después de Microsoft (MSFT), como ahora, siendo no obstante esta la única compañía china entre las principales 25 del mundo. A esta empresa se han unido ByteDance Ltd., propietaria de TikTok, Tencent Holdings Ltd. (0700), propietaria de WeChat y un gigante de los juegos, y Alibaba Group Holding Ltd. (BABA), compañía proveedora de e-commerce, servicios de pago y servicios de informática en la nube.

Los US$14.600 millones de ByteDance son para 2021 y se desprenden de un documento que la compañía privada presentó a sus trabajadores en el 2022 y que el WSJ reprodujo en el mes de octubre. El 1 de abril, The Information informaba asimismo que ByteDance había dicho a sus inversionistas que sus beneficios aumentaron un 30% año pasado, de modo que yo adivinaría que su gasto en Investigación y Desarrollo (R&D, por sus siglas en inglés) correspondiente a 2022 sería aún mayor.

Todas estas cifras proceden de los estados financieros hechos públicos, pero las compañías disponen de un considerable rango de discrecionalidad para definir lo que se entiende por gasto en investigación y desarrollo. Incluso Amazon Inc. (AMZN) ni siquiera lo comunica, en su lugar incorpora una línea en sus cuentas de resultados para “tecnología y contenido” que seguramente es principalmente Investigación y Desarrollo, pero que resulta confuso. La SEC (Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos) le envió una serie de cartas en 2017 y 2018, instándole a rendir cuentas sobre I+D al igual que otras empresas, pero desistió después que la compañía alegar que “nuestro negocio promueve la investigación, desarrollo y actualización simultánea de nuestros productos y servicios, ya sean nuevos o existentes” y que estipular solamente la Investigación y Desarrollo sería complicado y carecería de sentido para sus inversionistas.

Existe la posibilidad que otra compañía privada gaste aún más en Investigación y Desarrollo que los US$7.500 millones que la que ocupa la posición veinticinco, Bayerische Motoren Werke AG (BMW), aunque es poco probable. Huawei tiene como dueños a sus empleados, pero hace público un reporte anual de la misma manera que la empresa que fabrica partes para automóviles Robert Bosch GmbH, cuyo dueño es una fundación, y la familia, que usó US$6.700 millones el año pasado y se posiciona en lugar treinta y cuatro. (Similar a otras compañías de Europa y Japón, ocuparía un lugar más alto en el listado denominado en dólares, si el euro y el yen fueran más fuertes). Mundialmente, las grandes compañías privadas en gran parte parecen no dar información acerca de su gasto de Investigación y Desarrollo, aunque un número considerable no pertenece a este al tipo que hace grandes inversiones en I+D.

Ese perfil implica estar en tecnología, productos farmacéuticos o fabricación de automóviles. Esto ha sido así durante décadas. El número de empresas de tecnología ha crecido, con los recién llegados Amazon, la matriz de Google, Alphabet Inc. (GOOGL), y la matriz de Facebook, Meta Platforms Inc. (META), que ahora ocupan los tres primeros lugares y la mayoría de las empresas chinas son nuevas en la lista. Pero cuando encontré una clasificación de los 20 principales de 2004, compilada por Booz Allen Hamilton a partir de datos de Bloomberg, me sorprendió la cantidad de nombres familiares que contenía.

De las empresas enumeradas aquí que no están en el top 25 actual, todas menos una permanecen en el top 50, con el sucesor de Matsushita Electric, Panasonic Holdings (6752), en el puesto 61. El gasto combinado en I+D de Mercedes-Benz Group AG (MBG) y Stellantis NV (STLAM), los productos (con la adición de Fiat) de la ruptura de DaimlerChrysler en 2007, lo colocaría en el puesto 16. Además, si se pregunta dónde encaja en todo esto, el líder de la industria de semiconductores, Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (2330), ocupa el puesto 41 en I+D, pero el cuarto en gasto de capital, solo por detrás de Amazon, Samsung Electronics (005930) y Saudi Arabian Oil Co (2222).

Una cosa que ha cambiado desde 2004 es cuanto más adelante están los que más gastan. Dejando a un lado a Amazon y su contabilidad única, el número 2 actual Alphabet está gastando más de cuatro veces más en investigación y desarrollo que el número 20 de Bristol-Myers Squibb (BMY). En 2004, el No. 1 Microsoft gastó menos del doble que el No. 20 Merck (MRK).

La mayoría de los principales fabricantes de automóviles están gastando cantidades similares en I+D, ajustadas por inflación, como en 2004. Las excepciones son Volkswagen AG (VOW3) y BMW, que están gastando sustancialmente más, y Ford Motor Co. (F), que está gastando un tercio menos. Las compañías farmacéuticas generalmente gastan mucho más, pero los aumentos más espectaculares han sido en tecnología, entre lo que supongo que deberíamos comenzar a llamar las compañías MAAAM (otros han sugerido MAMAA, pero están equivocados), para Microsoft Corp., Apple Inc. (AAPL), Amazon, Alphabet y Meta. Con la excepción de Apple, el gasto en I+D de estas empresas se destina a inventar y mejorar no tanto productos físicos como algoritmos, sistemas de inteligencia artificial y similares, lo que también se aplica a las contrapartes chinas ByteDance, Tencent y Alibaba. En los EE.UU., la mayoría de estas empresas han estado anunciando grandes despidos últimamente, pero hasta ahora el efecto en su gasto en I+D es apenas perceptible.

Para las propias empresas, estos enormes aumentos en el gasto en I+D podrían tener un valor limitado. Un estudio de 2020 realizado por académicos contables de la Universidad de Washington y la Universidad de Texas encontró que, si bien alguna vez hubo una fuerte relación entre el gasto en investigación y desarrollo y la rentabilidad futura, se ha vuelto mucho más débil desde la década de 1990. Para las economías nacionales y regionales, la evidencia aún apunta a una recompensa en términos de ganancias de productividad y crecimiento, aunque es demasiado pronto para saber si esto será cierto para el auge de I+D de los últimos años. Si es así, parece que EE.UU. y China están mejor posicionados para beneficiarse.

Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios.

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