Los inversores subestiman riesgo de una recesión inminente, según BofA

Los estrategas liderados por Michael Hartnet recomendaron comunicado “vender la última subida” o reducir sus participaciones en renta variable

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Bloomberg — En opinión de los especialistas en estrategia de Bank of America Corp., (BAC), los inversores están prestando demasiada atención a cuándo llegará el máximo de tasas de los bancos centrales y en los posibles recortes, infravalorando al mismo el peligro de una recesión inminente y su repercusión en la renta variable.

Los estrategas liderados por Michael Hartnet recomendaron comunicado “vender la última subida” o reducir sus participaciones en renta variable mientras la Fed se acerca al final de su ciclo de endurecimiento monetario, una decisión que, en opinión de la entidad, fue la “estrategia adecuada” durante los periodos inflacionistas de los años setenta y ochenta.

Según el banco, la renta variable descendió en los 3 meses siguientes a la última subida de tasas en los años setenta y ochenta, y la adquisición de valores durante la fase final de un ciclo de ajustes monetarios surtió efecto en el mercado desinflacionario de los años noventa.

En opinión de Hartnett, “los inversores son excesivamente optimistas en cuanto a la reducción de tasas y no demasiado pesimistas respecto a la recesión”.

El banco dice que las jugadas para el inicio de la recesión son las letras del Tesoro a largo plazo, las operaciones de empinamiento de la curva de rendimientos y el oro.

“Preparen la lista de compras... una vez que el mercado laboral indique que comienza la recesión, ejecute la lista de compras de instrumentos cíclicos en dificultades en bancos, REIT, acciones de pequeña capitalización, productos básicos”, recomiendan Hartnett y su equipo.

Los inversionistas canalizaron US$403.400 millones en efectivo el mes pasado, la mayor entrada de capital a lo largo de cuatro semanas desde abril de 2020, cerca del inicio de la pandemia de Covid-19, informó BofA, citando datos de EPFR Global.

La entrada semanal al efectivo totalizó US$87.800 millones; la a bonos sumó US$14.100 millones; y las a oro, US$600 millones. Las acciones estadounidenses registraron una salida de US$900 millones, mientras que el sector financiero observó la mayor salida desde mayo de 2022 (US$1.800 millones).

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