Luego de 20 años de estabilidad cambiaria, que aún continua, Bolivia atraviesa una situación dramática, que por el momento no se ha trasladado a la cotización del dólar: el Banco Central de Bolivia (BCB) tenía solo US$3.538 millones a febrero de este año y el drenaje no parece detenerse. Los síntomas más visibles son las decenas de personas haciendo filas para adquirir divisas y un riesgo país que se ha triplicado en lo que va del año.
En este contexto, el BCB decidió echar manos a los Derechos Especiales de Giro (DEG), algo así como la moneda del Fondo Monetario Internacional (FMI) para fortalecer sus reservas. Así lo explicó la autoridad monetaria del país en un comunicado.
¿Qué dijo el Banco Central sobre el uso de los DEG?
El Banco Central de Bolivia (BCB) comunicó que, “en el marco de sus atribuciones constitucionales y legales” y con la finalidad de fortalecer la posición de liquidez de las Reservas Internacionales Netas (RIN), se procedió a “una recomposición de los activos de reserva”.
Según la entidad emisora, la conversión de los DEG a dólares estadounidenses es una “operación propia de la “administración de las Reservas Internacionales de los bancos centrales y “no deben ser consideradas como un préstamo ni suponen un cronograma de pagos para su devolución”.
En este sentido, el BCB afirmó que continuará procesando los pagos por concepto de los cargos que todos los países miembros del FMI asumen por sus asignaciones DEG.
“Asimismo, las operaciones ejecutadas por el BCB fortalecieron la posición de liquidez de las Reservas Internacionales con el objetivo de dar cumplimiento al objeto y funciones del Ente Emisor establecidos en la ley marco del BCB”, reseña el comunicado oficial.
El documento del Banco Central añade: “En este contexto, las declaraciones descontextualizadas y sin ningún sustento técnico ni legal sobre la administración de las Tenencias DEG por parte de opinadores vinculados como exautoridades al régimen de facto y gobiernos neoliberales, recopilados en algunos medios de comunicación, expresan posiciones políticas e interesadas y denotan desconocimiento de las operaciones financieras que en el marco de sus facultades legales realiza el BCB”.
Mientras el Banco Central muestra los dientes a sus críticos, el mercado sigue expectante de que se publiquen las reservas internacionales con las que cuenta la entidad, ya que existe un apagón informativo al respecto desde febrero.