Alerta de crisis alimentaria para unas 133.000 personas del norte de Centroamérica

De junio a septiembre, se prevé el período de ‘hambre estacional’, en el que las reservas de granos básicos de la región fronteriza de El Salvador, Guatemala y Honduras estarán agotadas

Por

Bloomberg Línea — En la región fronteriza de El Salvador, Guatemala y Honduras, se estima que, de junio a septiembre de 2023, unas 133.000 personas estarán en situación de crisis o emergencia de inseguridad alimentaria aguda.

Este período históricamente llamado “hambre estacional”, se refiere a que las reservas de granos básicos se habrán agotado y las fuentes de empleo se reducirán sustancialmente.

La microrregión Ch’orti’, conformada por municipios de Chiquimula, en Guatemala, será la más afectada, revela el análisis realizado por el Programa de Sistemas de Información para la Resiliencia en Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Región del Sistema de la Integración Centroamericana (PROGRESAN-SICA).

De acuerdo con los pronósticos de clima, la probabilidad de que se presenten lluvias reducidas e irregulares debido al fenómeno de El Niño oscila entre el 50 y 60% en este período de siembra agrícola.

Sumado a los altos costos de los insumos agrícolas, provocará una reducción en la intención de siembra, principalmente en el rubro de maíz y frijol, y una menor inversión en el cultivo de café.

Además, las principales causas que agravarán la situación de inseguridad alimentaria aguda corresponde al alza sostenida de los precios de los alimentos, el costo de los combustibles y el transporte.

La población total analizada fue de 525.000 habitantes de 20 municipios que conforman las microrregiones de Cayaguanca, en El Salvador; Ch´orti´ y Güija, en Guatemala; y Ocotepeque, en Honduras.

Demanda de mano de obra agrícola

La segunda proyección del PROGRESAN, de octubre de 2023 a enero de 2024, corresponde a un período de mayor abundancia por la activación en la demanda de mano de obra en cultivos como café, cebolla, melón y cosecha de granos básicos que conllevaría a un aumento de los ingresos de los jornaleros agrícolas.

Además, la cosecha de maíz y frijol permitirá renovar las reservas de estos granos básicos, según el análisis.

Sin embargo, se espera una reducción en la demanda de mano de obra debido a menores niveles de producción agrícola, en comparación con los años anteriores, debido a la disminución de las áreas de siembra y la reducción e irregularidad de las lluvias por los efectos del fenómeno de El Niño.

Esto, sumado a los elevados precios de los alimentos, permitiría solamente una leve mejora en el acceso y disponibilidad de los alimentos.

El 19% de la población analizada, es decir, unas 102.000 personas estarían en crisis o emergencia.

El análisis recomienda activar la respuesta inmediata de protección social en poblaciones en crisis o emergencia para salvar vidas, reducir brechas de consumo de alimentos y proteger los medios de vida.

Para ello, será necesario realizar la focalización de población en situación de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria aguda a nivel municipal, que cumple con características como el agotamiento de sus reservas y empleo.