Bloomberg — El método abortivo más común en Estados Unidos corre el riesgo de desaparecer del mercado, al menos temporalmente, después de que un juez de Texas concediera una medida cautelar contra la aprobación de décadas de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para la mifepristona, también conocida como píldora abortiva.
La medida cautelar emitida el viernes por el juez de distrito estadounidense Matthew Kacsmaryk, que fue nombrado por el presidente Donald Trump, podría poner fin pronto a la venta y distribución de mifepristona -utilizada como parte de un régimen de dos píldoras para interrumpir un embarazo dentro de las primeras 10 semanas- mientras avanza una demanda que busca una prohibición más permanente del medicamento. El gobierno de Biden dispone de siete días para apelar ante el Tribunal de Apelaciones del 5º Circuito de EE.UU.
La FDA autorizó la mifepristona para interrumpir embarazos precoces hace más de 20 años. Los grupos antiabortistas que demandan a la agencia argumentan que ésta aceleró el proceso regulador y lo hizo sin pruebas científicas suficientes. Décadas de investigación han demostrado que la píldora es segura y eficaz.
Según Hayley McMahon, investigadora en salud pública y estudiante de doctorado en la Escuela Rollins de Salud Pública de la Universidad de Emory, la mifepristona se considera el “tratamiento de referencia” para el aborto farmacológico y el tratamiento del aborto espontáneo. Sin la mifepristona, las pacientes que deseen abortar con medicamentos, en lugar de hacerlo en la clínica, tienen otras opciones. Pero los expertos advierten de que, sin la píldora, más personas se verán obligadas a cargar con embarazos no deseados en el futuro.
He aquí por qué los grupos antiabortistas van tras la que algunos consideran la píldora más controvertida del mundo.
¿Qué es la mifepristona y para qué se utiliza?
La mifepristona es una píldora autorizada para abortar en Estados Unidos. Actúa bloqueando la progesterona, una hormona necesaria para que continúe el embarazo. Los médicos suelen recetarla con misoprostol, un fármaco utilizado para tratar las úlceras de estómago, que también puede inducir contracciones. Cuando se toman juntas, las dos píldoras tienen un índice de eficacia superior al 95% en la interrupción segura de embarazos sin más intervención.
Francia fue el primer país en aprobar la mifepristona para interrumpir embarazos en 1988. Desde entonces le han seguido más de 70 países.
Con los años, el aborto con medicamentos se ha hecho cada vez más popular en EE.UU. porque es una alternativa menos invasiva y más cómoda que someterse a un procedimiento en un centro sanitario. En 2020, más del 50% de todos los abortos se realizaban con pastillas. Es probable que esa cifra sea mayor ahora, debido a los cambios normativos que han facilitado su obtención a través de la telemedicina y su envío por correo.
¿Hay efectos secundarios?
Sí, los más frecuentes son los calambres y las hemorragias abundantes y prolongadas. Algunas personas también pueden experimentar náuseas, fiebre y vómitos. Según la FDA, aproximadamente 1 de cada 100 personas que toman el medicamento sufre una hemorragia intensa que requiere intervención quirúrgica.
¿Cómo puedo conseguir mifepristona ahora?
Las leyes estatales sobre la legalidad del aborto, incluido el aborto farmacológico, varían mucho. Alrededor de una docena de estados prohíben casi totalmente el aborto por cualquier método y 15 estados limitan la distribución de la píldora, incluso obligando a tomarla en la consulta del médico.
Antes de la sentencia, los estados con leyes más liberales sobre el aborto permitían a las clínicas de salud y a los profesionales sanitarios acreditados recetar mifepristona en persona o por telemedicina y enviarla por correo a los domicilios de sus pacientes. Las grandes farmacias minoristas Rite Aid Corp, Walgreens Boots Alliance Inc y CVS Health Corp también estaban haciendo planes para dispensarla en los lugares donde la legislación estatal lo permitiera.
Cada vez más, las personas que viven en estados con leyes restrictivas recurren a servicios de telesalud que operan fuera de EE.UU. para que les receten pastillas y se las envíen desde el extranjero. Aid Access, uno de estos servicios, afirma que no tiene previsto interrumpir la distribución a la luz de la reciente sentencia.
¿Por qué se corre el riesgo de retirar del mercado la mifepristona?
Desde la sentencia Roe contra Wade el año pasado, el panorama del aborto en Estados Unidos ha cambiado radicalmente. La sentencia abrió la puerta a que los estados limitaran o prohibieran el aborto. Y aunque muchos han adoptado restricciones, el gobierno de Biden también suavizó las normas sobre la píldora para facilitar su obtención a través de la telemedicina y las farmacias.
El grupo que está detrás de la demanda afirma que la FDA “optó por la política en lugar de la ciencia” y aceleró la aprobación de la mifepristona en 2000 sin examinar a fondo su seguridad. La FDA ha refutado esta afirmación, afirmando en documentos judiciales que la agencia siguió todos los procedimientos necesarios y revisó exhaustivamente las pruebas disponibles.
Además de las reclamaciones sobre la aprobación inicial del medicamento, el grupo también ha discrepado con los cambios posteriores adoptados por la FDA, incluida una decisión de 2016 que amplió la ventana de uso del medicamento de las primeras siete semanas de embarazo a las primeras 10 semanas. Afirman que este cambio, junto con una decisión reciente de autorizar que el medicamento se distribuya por correo, viola “salvaguardias cruciales” destinadas a proteger a los pacientes. La FDA ha negado estas afirmaciones.
Importantes grupos médicos, entre ellos el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, presentaron un escrito ante el tribunal afirmando que la mifepristona es segura y eficaz. “No se trata de una opinión, sino de un hecho basado en cientos de estudios médicos y en una gran cantidad de datos acumulados a lo largo de dos décadas”.
¿Hay alternativas?
El misoprostol, la otra píldora que se receta junto con la mifepristona, tiene un alto porcentaje de éxito cuando se toma sola y la Organización Mundial de la Salud recomienda su uso hasta las 12 semanas de embarazo.
Múltiples clínicas han declarado a Bloomberg News que están planeando cambiar a ese fármaco a la luz de la sentencia. Aunque también es seguro y eficaz, la investigación ha demostrado que tiene una tasa de éxito ligeramente inferior y sus efectos secundarios son más agudos. “Tenemos muchos datos que demuestran que la gente tiene peor dolor y peores náuseas con ese régimen”, afirmó McMahon, investigador de salud pública.
Los procedimientos también están disponibles en las clínicas de los estados donde la ley lo permite.
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