Bloomberg Línea — Por años, los desarrolladores de hoteles han capitalizado el atractivo establecido en Centroamérica como un destino de escapada de sol y playa para viajeros de Estados Unidos, Canadá y Europa.
Ahora, a medida crece la demanda, la industria turística de la región también está dando el salto a resorts todo incluido, de lujo y ultra lujo de gama alta.
“El lujo se ha convertido en un concepto experiencial, no físico. Una buena cama, un buen cuarto de baño, un hotel bien diseñado es algo que se da por hecho”, dijo Carlos Hernández, consejero delegado de Pellas Development Group, que ha desarrollado complejos turísticos en Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
El ejecutivo disertó en SAHIC, el principal foro de inversión hotelera y turística de América Latina y el Caribe, celebrado recientemente en Cartagena, Colombia.
“Centroamérica y América Latina tienen las oportunidades para este tipo de hoteles, pero puede llevar tiempo, y hay que considerar el transporte aéreo y la seguridad”, dijo Hernández. “Tenemos el potencial”.
La oferta hotelera está diversificándose
Costa Rica es un ejemplo de un destino capaz de impulsar el lujo de alta gama. El país centroamericano registra 62 hoteles cinco estrellas, según el Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
La oferta hotelera sigue diversificándose. Gencom y Mohari Hospitality obtuvieron US$ 130 millones en financiamiento de construcción para Nekajui, una reserva de Ritz-Carlton en la Península Papagayo.
El complejo constará de 107 habitaciones de hotel y 36 residencias de marca de ultra lujo.
También en ese país, en la costa atlántica, comenzará a funcionar este año Habitas Santa Teresa, que utilizará materiales locales y manteniendo la flora y fauna, incluyendo un club de playa, un centro de surf y un spa.
En Honduras, este verano abrirá el nuevo resort Kimpton en la playa West Bay de la isla de Roatán, convirtiéndose en el tercer resort caribeño para la marca hotelera, con sede en San Francisco, California.
El hotel tendrá cuatro opciones de restaurantes, piscina infinita junto a la playa, spa, gimnasio y más atractivos que prometen una sensación de lujoso retiro en una isla tropical.
En Belice, Jimmy Buffett’s Margaritaville —un concepto de hoteles y resorts originario de Florida— recién abrió operaciones en las cercanías de uno de los destinos turísticos más populares del país.
El complejo residencial de estilo boutique se encuentra en un lugar apartado en las afueras de Cayo Ambergris, accesible solo en barco, justo al lado de la segunda barrera de coral más grande del mundo.
El hotel tiene solo 55 suites, que van desde la suite de un dormitorio Ambar hasta la suite penthouse frente al mar de dos dormitorios, informaron ejecutivos en marzo, cuando se hizo la inauguración.
Ejecutivos de la cadena Marriott dijeron que Belice tiene un “gran potencial de lujo” para desarrollarse un concepto como el St. Regis Kanai Resort que recién comenzó en la Riviera Maya de México.
En Panamá, Sofitel, una cadena de hoteles francesa, abrió en enero el Sofitel Legend Casco Viejo en la Ciudad de Panamá, justo en el casco antiguo de la capital y a poca distancia del Canal de Panamá.
La estructura de este hotel de lujo rinde homenaje a la historia de Panamá con salones y fotografías que evocan la época del nacimiento de los carnavales, la construcción del Canal tanto en su etapa francesa como luego a manos de Estados Unidos y hasta la ampliación.