Bloomberg — Los estrategas de Goldman Sachs Group Inc. (GS) prevén la temporada de beneficios más sombría en EE.UU. desde la pandemia. En concreto, esperan que el beneficio por acción del S&P 500 disminuya un 7% en el primer trimestre con respecto al año anterior, lo que supondría la mayor caída desde el tercer trimestre de 2020 y un punto bajo en el ciclo de beneficios.
Si bien se prevé un modesto crecimiento de las ventas en el primer trimestre, se espera que una importante contracción de los márgenes lo compense. Los estrategas también estiman que la mayoría de los sectores, salvo el energético, el industrial y el de consumo discrecional, experimenten una contracción de más de 200 puntos básicos.
En febrero, el estratega jefe de renta variable estadounidense de Goldman Sachs, David Kostin, afirmó que las acciones europeas y asiáticas son mejores inversiones que la renta variable estadounidense este año debido a la disminución prevista de los beneficios empresariales en 2023. Actualmente, Europa está superando a EE.UU., mientras que Asia se está quedando rezagada.
Esta temporada de resultados tendrá una importancia añadida, ya que los operadores analizarán las declaraciones en busca de indicios de desaceleración económica, al tiempo que evaluarán cómo han sorteado las empresas los vientos en contra de la subida de tasas, las tensiones del sistema bancario y la ralentización de la demanda. El 14 de abril se dará el pistoletazo de salida oficial con la publicación de los resultados de las grandes entidades crediticias estadounidenses, como JPMorgan Chase & Co. (JPM) y Citigroup Inc (C).
Los inversores tendrán cuatro temas clave en mente durante la temporada de presentación de informes, según los estrategas de Goldman: las perspectivas de los márgenes, las referencias a la inteligencia artificial, las pruebas de ralentización del uso de efectivo y las señales de un impulso de la reapertura de China.
Además, es más probable que los beneficios de las empresas más pequeñas se vean más afectados por las turbulencias del sector financiero que los de las empresas más grandes, dado que son más sensibles desde el punto de vista económico y tienen una mayor exposición a los prestamistas regionales. Y aunque se espera que los beneficios de la banca aumenten un 11% con respecto al año anterior, “la incertidumbre es elevada y los inversores se centrarán en el camino a seguir”.
Lea más en Bloomberg.com