Bogotá — La inflación de Colombia sigue rompiendo históricos y marzo no fue la excepción, pese a que la mayoría del mercado esperaba que sí lo fuera y que desde ese mes empezara la tendencia bajista. ¿Qué pasó y por qué sorprendió al alza?
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Según el Dane, la inflación de Colombia fue de 13,34% anual en marzo, impulsada por alimentos, alojamiento y servicios públicos y transporte. Estos tres renglones aportaron el 64% del resultado total, es decir, 8,52 puntos porcentuales (pps). Este resultado es un nuevo máximo histórico, no visto desde 1999.
En términos mensuales la inflación de Colombia fue de 1,05% en marzo explicado por alojamiento y servicios públicos, alimentos y transporte. Estos tres renglones aportaron 0,66 puntos a la variación total mensual, es decir, significaron el 63% del resultado final.
¿La inflación alcista de marzo es una mala noticia?
Germán Machado, docente de economía de la Universidad de los Andes y del CESA, comentó que “el dato de marzo 2023 fue peor incluso que en marzo 2022 cuando se registraron efectos globales de la invasión a Ucrania. El dato es tan alto que es cerca del doble de la inflación mensual de un marzo típico. Es entonces un pésimo dato comparativamente”.
Machado añadió que “el resultado también muestra que no se ha tocado techo y pone más dudas sobre la credibilidad del Banco de la República y su tímida política monetaria que no ha sido efectiva. La inflación acumulada va en 4,5% en solo el primer trimestre del año y Colombia es prácticamente el único país de la región donde la inflación no ha empezado a bajar”.
De acuerdo con Gustavo Acero, economista senior del Banco de Bogotá, el dato de inflación es “bastante preocupante”. Hubo una buena noticia por el lado de alimentos, que estuvo por debajo de las expectativas de analistas, pero la inflación básica (sin alimentos) subió de manera importante, sorprendió transporte y servicios públicos. Estas fuerzas encontradas no permitieron que la inflación bajara.
En línea con lo anterior, Laura Parra, analista de investigaciones económicas de Corficolombiana, comentó que “la inflación básica (sin alimentos), tuvo un poco más de fuerza de lo que anticipábamos. En rubros como los arriendos y algunos servicios públicos se presentaron variaciones importantes, pero diría que la magnitud de la sorpresa fue baja frente al consenso del mercado”.
Dado que la inflación siguió subiendo en marzo, los expertos esperan que desde abril el indicador empiece a bajar. “Para abril la base está alta y en ese sentido es más fácil ver un descenso en la inflación anual a partir de este mes”, dijo Parra.
Por su parte, Acero expuso que el techo de la inflación se pudo haber tocado en marzo “porque 1) hay una correción fuerte de alimentos, 2) hay un ajuste en precios internacionales de materias primas, de alimentos, pero a nosotros no nos ayuda la tasa de cambio elevada y 3) el Índice de Precios del Productor (IPP) viene cayendo y esa menor presión del canal de producción se tiene que transmitir a la inflación del consumidor”.
Una vez conocido que la inflación alcanzó un nuevo máximo histórico, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, tuiteó que “es hora de que los empresarios ayuden a moderar la inflación de productos industriales y de servicios”.
¿Por qué el mercado esperaba una cifra bajista en marzo?
La mayoría del mercado esperaba que en marzo la inflación anual fuera de 13,27% en promedio, levemente más baja que la de febrero (13,28%), según una encuesta del Citi que consulta a más de 20 expertos del sector. Sin embargo, la inflación se resistió a bajar y sorprendió al mercado con su resultado oficial (13,34%).
En términos mensuales la previsión promedio de los analistas consultados en la encuesta era de 1% y el dato oficial fue de 1,05%.
Hasta el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, esperaba que la inflación bajara en marzo. Hace unos días el ministro dijo que cree que la inflación bajó en el tercer mes del año, “es mi apuesta”, reiteró. Dicho resultado estaría explicado por una desaceleración en los precios de alimentos.
“En la medida en la que la inflación baje, eso va a tener efectos positivos en dos sentidos: van a aumentar los salarios reales y va a permitir que el Banco de la República comience a bajar las tasas de interés, posiblemente después de mitad de año”.
José Antonio Ocampo.
Además de una desaceleración en los precios de los alimentos, “se ha visto una reducción de la tasa de cambio, lo que también tiene un efecto positivo para bajar la inflación que contrarrestaría el efecto negativo en las alzas de los tiquetes aéreos por la coyuntura de Viva Air y Ultra Air”, explicó Germán Machado, quien también preveía que la inflación había cedido en marzo.
De acuerdo con Gustavo Acero, del Banco de Bogotá, la expectativa para marzo era de una inflación de 0,94%, que llevara la anual a 13,21%. “Un mejor desempeño de los precios de los alimentos ha sustentado la menor aceleración de la inflación en los últimos meses y dará paso a que la corrección continúe en el horizonte próximo. Esto debido a que las métricas núcleo seguirán al alza en el corto plazo”.
No obstante, desde la perspectiva de Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa, la apuesta era a que la inflación se mantuviera estable en marzo. “El transporte es uno de los competentes que más explicaron a la inflación por los ajustes que se están realizando en el precio de la gasolina. Creemos que la inflación ya habría tocado máximos y que de aquí en adelante se presentará una moderación”.
Desde la visión de Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, la expectativa era que la inflación de marzo fuera 13,31% anual. En sus palabras, esta sería “la cifra más alta del año, entendiendo que ya se está en el pico. De hecho, desde diciembre se han tenido subidas marginales y se espera una desaceleración muy gradual de la inflación por una disminución de la inflación de alimentos principalmente. Por ello para finales de 2023 proyectamos una inflación de 9,3%”.
¿Qué pasará en los próximos meses con la inflación en Colombia?
Cabe mencionar que el mercado está esperando que la inflación de Colombia se vaya reduciendo hasta cerrar el año en niveles del 9% o 10%.
Laura Parra, de Corficolombiana, explicó que “la inflación continuará descendiendo a un ritmo muy gradual en lo que queda del primer semestre, impulsada a la baja por una base alta en alimentos pero en medio de una inflación núcleo que todavía no toca techo”.
Además, mencionó que “la caída sería más pronunciada en el segundo semestre, interrumpida transitoriamente en noviembre cuando entrarán en vigencia los nuevos impuestos saludables a alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas”.
Para los próximos meses existen varios efectos que son bien importantes a tener en cuenta. “El primero es revisar si los alimentos que tienen una inflación por encima del 25% que se ha venido desacelerando, van a seguirlo haciendo, eso es muy clave porque al mismo tiempo tenemos las lluvias, la cerrada de las carreteras que puede hacer que ese efecto se compense un poco”, dijo Sergio Olarte, de Scotiabank.
El experto añadió que es clave tener presente que “la economía se está desacelerando, entonces por ahí que la demanda de bienes comienza a ser menos dinámica y de pronto ahí la subida de los precios comienza a ser un poco menor”.
Por su parte Germán Machado, de los Andes y el CESA, comentó que “la tendencia del IPC podría cambiar en función del comportamiento de los precios de los combustibles, del comportamiento del clima y sus efectos sobre las cosechas, de la tendencia que siga la tasa de cambio (que se espera que siga a la baja en el segundo semestre) y de la actividad económica, que, si es mejor a lo esperado, también impulsaría la inflación”.
