Ciudad de México — La empresa Iberdrola anunció la venta del 80% de sus centrales eléctricas en México al fondo Mexico Infrastructure Partners (MIP), y minutos después el presidente Andrés Manuel López Obrador difundió que se trataba de una compra del Gobierno para la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE).
AMLO, como se conoce al mandatario, dijo que la transacción por US$6.000 millones con Iberdrola será una “nueva nacionalización” de la industria eléctrica, pero documentos del Gobierno mexicano y analistas difieren con las palabras del presidente de México.
¿La venta de Iberdrola en México es una nacionalización?
Una nacionalización es el acto de “potestad soberana” por el cual el Estado mexicano recobra una actividad económica que estaba mayormente sujeta a la iniciativa privada. Esta medida política-económica reserva una determinada rama económica de producción o de prestación de servicios, de acuerdo con un documento emitido por la Secretaría de la Función Pública y el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales.
El Gobierno mexicano estima que con la venta de activos de Iberdrola la capacidad de generación de electricidad de CFE pase del 39% al 55%, pero las empresas privadas seguirán generando energía eléctrica en el país.
La razón por la que esta transacción no es una nacionalización es que los activos de Iberdrola no quedan en propiedad del Estado mexicano sino de un ente privado mediante un Certificado de Capital de Desarrollo, un vehículo de inversión conocido en el mundo financiero como CKD, explicó en entrevista el profesor de economía del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Víctor Gómez Ayala.
Iberdrola dijo en un comunicado que la operación tiene el apoyo financiero del Fondo Nacional de Infraestructura de México (Fonadin) y otras entidades financieras públicas vinculadas al Gobierno de México. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público dijo en otro comunicado que el vehículo de inversión será administrado por Mexico Infrastructure Partners y financiamiento de la banca.
“El CKD le deberá al Fonadin una parte del dinero, pero se queda con la titularidad de las plantas de Iberdrola. Hay recursos públicos en la transacción, pero el titular de los activos no es el Gobierno mexicano ni la CFE”, declaró.
El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, dijo que el Fonadin “tendrá seguramente la mayoría del capital de esta transacción y será el vehículo especial para refinanciar la operación”, pero los recursos no van agregarse a la deuda pública presupuestal de México porque está fuera del balance público y es un vehículo que puede salir al mercado para refinanciar la operación.
El titular de Hacienda dijo que en cinco meses CFE será el operador de las centrales sin aclarar si también el dueño.
Una fuente con conocimiento del tema mencionó a Bloomberg Línea que el Fonadin está diseñado para que los recursos sean difíciles de rastrear por la opacidad de su estructura, y aunque los requerimientos financieros del Fonadin no entran en el balance público tradicional, sí aparecen en los Requerimientos Financieros del Sector Público, la medida más amplia del déficit de México.
Bloomberg Línea consultó a Hacienda sobre la propiedad de los activos y bancos que participaron en la transacción, pero no obtuvo respuesta inmediata.
¿Expropiación a Iberdrola?
Otra palabra asociada este tipo de situaciones es expropiación, como la que realizó el Gobierno en materia petrolera el 18 de marzo de 1938, la cual consiste en una operación del poder público federal o estatal para imponer a una empresa la cesión de propiedad por razones de “utilidad pública” mediante una indeminzación con el fin de realizar obras de interés generar o de beneficio social, precisa el glosario de las autoridades mexicanas.
Pero tampoco es el caso porque el presidente difundió el acuerdo de compra acompañado por el presidente y CEO Iberdrola Ignacio Sánchez Galán.
Iberdrola anunció la venta de 16 centrales eléctricas en el documento enviado a las autoridades españolas, pero el Gobierno mexicano dijo que compraría solo 13 centrales, lo que abre la posibilidad de que el fondo especializado en infraestructura energética tenga la propiedad de esas centrales.
Bloomberg Línea también consultó a Iberdrola sobre el tema, pero tampoco obtuvo respuesta.
¿Habrá afectados por la venta de Iberdrola?
Aunque Iberdrola y el Gobiero de AMLO tuvieron choques durante años, calificados ahora por López Obrador como “discrepancias”, no hay elementos para considerar una posible afectación a los clientes privados y consumidores residenciales en términos de servicio o incluso de precios por el traspaso de los activos.
El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) es la autoridad que se encarga de operar el sistema eléctrico nacional y decide qué centrales entran al sistema dependiendo la demanda de energía y México tiene capacidad excedente.
López Obrador se comprometió a que las tarifas eléctricas para los hogares mexicanos solo aumentarán al margen de la inflación durante su administración que concluye el 30 de septiembre de 2024.
