Bloomberg — La sorpresiva decisión de la OPEP+ de recortar su producción de crudo podría poner a América Latina en el centro de la escena como una posible fuente de reemplazo.
Ello podría poner en alerta a las refinerías de EE.UU., que desean mantener potenciales competidores lejos de cara al verano boreal, cuando la demanda de combustible se suele disparar en el país.
Los compradores estadounidenses han desarrollado líneas de suministro en todo el continente, mientras que los grandes productores de la OPEP, como Arabia Saudita, dirigían la mayor parte de su petróleo a Asia, una región que ofrece al reino los retornos más rentables.
La competencia podría surgir cuando las refinerías asiáticas ya hayan estado comprando activamente crudos pesados de Sudamérica y Canadá, aumentando sus precios. Pero es posible que no haya suficiente para todos. Los barriles canadienses se han visto limitados por un mantenimiento estacional y la oferta latinoamericana no será suficiente para compensar los recortes anunciados por la alianza de la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Eso podría provocar un aumento adicional de los precios del petróleo pesado, lo que incentivaría la inflación del combustible.
“Los compradores de EE.UU. lucharán por mantener en casa los crudos agrios de América Latina y el golfo de México, particularmente a medida que los flujos de Medio Oriente hacia EE.UU. continúen disminuyendo”, dijo Matt Smith, analista líder de petróleo de América en la consultora de la industria Kpler. Agregó que América Latina exporta más crudo agrio mediano y pesado de lo que EE.UU. produce en el golfo de México, lo que hace que los productores del sur sean invaluables.
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