Bogotá — En medio de la crisis desatada por la debacle de Viva Air y Ultra Air, cientos de pasajeros se han visto afectados en Colombia y ha tenido que desplegarse toda una operación por parte de las demás aerolíneas y el mismo Gobierno, con el avión presidencial incluso, para atender la crisis.
De acuerdo a cifras de la Aeronáutica Civil, un total de 125.631 pasajeros han recibido algún tipo de medida de solidaridad en el país por la crisis de ambas aerolíneas.
“En coordinación con la Superintendencia de Transporte y la Superintendencia de Industria y Comercio, la Aeronáutica Civil ha fortalecido su presencia y ha priorizado la atención a los pasajeros afectados en los aeropuertos de Bogotá, Rionegro, Cali, San Andrés y Providencia, Santa Marta, Cúcuta, Montería, Barranquilla y Cartagena”, explicó.
En medio de esta crisis, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, propuso una alternativa para evitar este tipo de casos, eliminando los pagos anticipados.
La idea es adoptar un método para diferir el pago de los tiquetes aéreos para el momento del vuelo.
Otra opción consistiría en un tipo de póliza que les garantice a los pasajeros que si algo ocurre y no se completa el trayecto les reembolsen su dinero.
La propuesta del Gobierno es que las compras realizadas en tarjetas de créditos estén protegidas y estén temporalmente retenidas por la entidad financiera.
La transacción financiera se completaría solo cuando el viaje sea completado, o en caso contrario, se reintegraría el dinero.
“Otra opción que estamos analizando seriamente con Fasecolda (Federación de Aseguradores Colombianos), es establecer un seguro, una póliza que le garantice que, si algo ocurre, le reembolsen sus recursos. Son medidas que estamos evaluando y podríamos implementar muy pronto”, dijo el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, a Blu Radio.
Para la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) esta medida de diferir el pago de los tiquetes aéreos no es viable y “va en contra de las prácticas mundiales de la industria, atenta contra la viabilidad financiera de las aerolíneas y, principalmente, afecta al consumidor del servicio aéreo al tener un impacto en el precio de los boletos”.
“Nos ponemos a disposición de las autoridades para buscar mecanismos que faciliten que sus funciones de vigilancia puedan ser realizadas de manera eficiente y preventiva, para evitar que las situaciones que se han presentado recientemente en el mercado vuelvan a suceder. Asimismo, Colombia cuenta con normas de protección al consumidor que han sido muy eficientes a la hora de velar por los derechos de los usuarios, siendo la base fundamental protegerlos en la actualidad”, agregó.
La Aeronáutica Civil autorizó la integración de Avianca y Viva Air, pero bajo el cumplimiento de varias condiciones que incluyen la protección de los usuarios tras el abrupto cese de operaciones que afectó a los viajeros en países como Perú.
La Aerocivil también condicionó la integración a la devolución de aquellos slots que “impliquen agravar la situación de concentración en las franjas más demandadas”.
A pesar del aval que dio la Aerocivil al proceso de integración, Avianca tiene dudas sobre la viabilidad de la operación dada la crítica situación financiera de la aerolínea de bajo costo.
Las dudas persisten en Avianca dadas las implicaciones operativas, financieras y técnicas de la decisión que emitió en la media noche del martes la Aeronáutica Civil.
En este sentido, fuentes cercanas a la operación señalaron que desde Avianca están revisando los condicionamientos para ver si son viables.
Están analizando puntualmente si hay compañía con la cual integrarse, partiendo de que a Viva le han quitado aviones, se han ido trabajadores, ha cerrado rutas, entre otros.
De otra parte, la semana pasada aerolínea colombiana de bajo costo Ultra Air informó sobre la suspensión de su operación en Colombia a partir del 30 de marzo ante “situaciones macroeconómicas adversas para la industria como el incremento en el costo del combustible y la tasa de cambio”, que “generaron un alza sustancial de costos para las aerolíneas, lo que conllevó a operar deficitariamente durante los últimos meses”.
Adicionalmente, “la suspensión de operaciones de la tercera aerolínea más grande del país puso en alerta a los proveedores de la industria y a los arrendadores de aeronaves, quienes empezaron a exigir pagos inmediatos e incluso prepagos de los insumos y servicios necesarios para la operación, lo cual no es usual en esta industria”.
La aerolínea transportó más de 2 millones de pasajeros, ganó más del 8% de participación del mercado aéreo colombiano y generó más de 1.200 puestos de trabajo directos e indirectos en su corta existencia.
Síguenos en las redes sociales de Bloomberg Línea Colombia: Twitter, Facebook e Instagram