Bloomberg — ¿Cómo serían las vacaciones de ensueño de un superfan de James Bond? ¿Esquiar en la montaña donde se desarrolla la icónica escena de la persecución de Spectre? ¿Beber martinis helados (agitados, no revueltos, obviamente) en Londres? ¿Qué tal una sesión privada de entrenamiento con el doble de acción de Daniel Craig, o ver las vistas de la Costa Azul de Mónaco en un yate con la actriz Carole Ashby (Octopussy, A View to Kill)? ¿Conducir un Aston Martin con un supervisor de efectos especiales de Bond?
Esas vacaciones pueden adquirirse gracias a la nueva asociación de la agencia de viajes de lujo Black Tomato con la productora de 007, Eon.
Sólo hay 60 lugares disponibles. Los viajes de cinco noches cuestan a partir de 15.000 libras (US$18.523) por persona. O, por 60.000 libras, se puede realizar un viaje de 12 noches llamado The Assignment, un glamuroso viaje en jet por las localizaciones de Bond en Europa, como Londres, París, Mónaco, el Lago Como, Venecia y los Alpes austriacos. Según Black Tomato, ya se han vendido alrededor del 30% de los lugares.
El viaje es la culminación de un esfuerzo de años en estrecha colaboración con Eon, en el que han participado actores, especialistas, productores, coordinadores de localizaciones y archiveros de Bond, según el cofundador de Black Tomato, Tom Marchant.
Black Tomato se obsesionó con cada detalle, hasta lo que Bond come (caviar Beluga, cangrejo de piedra, filete Diane) y bebe (martinis, pero también mucho champán Bollinger) para crear cenas a medida. La empresa también organizó el acceso a los lugares de rodaje (entrada privada a la zona de esquí que se hizo famosa en Spectre) y organizó interacciones con los actores, como una partida de póquer con Andreas Daniel, que hizo de crupier en aquella partida de alto riesgo de Casino Royale.
Marchant tiene un historial de dar vida a queridas franquicias literarias y cinematográficas a través de viajes; Eon se puso en contacto con él para este proyecto, dice, por el éxito de su empresa recreando los viajes de Agatha Christie.
“Lo que estamos haciendo es acercarnos a 007 de una forma que no se había hecho antes”, afirma Marchant.
Los primeros viajes empiezan en Londres y pueden incluir una persecución por el Támesis en el Superhawk 34 original de El mundo no basta. Los clientes pueden ir con chófer en un Range Rover o un Aston Martin con la jefa de localización Ali James, que puede indicarles los lugares de rodaje y compartir sus anécdotas desde los platós, rematadas con un martini del Duke’s Bar de Mayfair.
En una fiesta de presentación de las experiencias en el Corinthia London, pude probar un poco de esa aventura. Me senté en un Aston Martin modificado, con botones eyectores similares a los de los equipos de espionaje, antes de hablar con Chris Corbould, supervisor de efectos especiales de ocho películas de Bond. Me mostró cómo hundió un edificio veneciano en Casino Royale. Para ello se utilizaron maquetas en miniatura, enormes tanques de agua y plataformas en los estudios Pinewood. Dice que Eva Green fue una profesional en la escena de su muerte en el agua y sólo tuvo elogios para Daniel Craig.
Corbould puede participar en experiencias de conducción de Aston Martin para hablar de los efectos especiales de los éxitos de taquilla o en una excursión en helicóptero por encima de las estaciones alpinas donde se rodó Spectre. Los invitados menos aventureros pueden reunirse con él para almorzar en el restaurante Ice Q que sirvió de clínica a Madeleine Swann (Lea Seydoux) en la película.
Es lo más cerca que los fans pueden estar del agente secreto sin tener que ir a un set de rodaje o alistarse en el servicio secreto de su majestad, afortunadamente sin un elenco de villanos Bond pisándoles los talones.
Lea más en Bloomberg.com
