Bogotá — Una de las noticias que sacudió al sector aéreo recientemente, a finales de febrero, fue el cese de operaciones de la aerolínea low cost, Viva Air, por problemas financieros. Un mes después la quiebra de Ultra Air se sumó a la lista por dilemas similares.
Dicha situación deja una gran pregunta abierta y es: ¿qué pasaría en la economía de Colombia si las aerolíneas low cost se desmoronan? Bloomberg Línea consultó a expertos para conocer los impactos que esto tendría en el país.
Los efectos para la economía si desapareciera el modelo low cost
Germán Machado, docente de economía de la Universidad de los Andes y el CESA, explicó que si el modelo low cost de aerolíneas se desmorona, “esto tendría un enorme impacto en el sector turismo, en el empleo y en la actividad económica en general. El transporte aéreo crea alrededor de 150.000 empleos directos y a lo largo de la cadena de suministros, y, por su relación con el turismo y el comercio, sustenta 600.000 empleos y casi el 3% del PIB nacional”.
De acuerdo con Ignacio Osuna, profesor del INALDE Business School, investigador y consultor empresarial, si se desmorona el modelo low cost en aviación en Colombia, esto tendría dos grandes dimensiones: el impacto en la cadena de valor y el posible retroceso en los procesos de expansión o en la velocidad de expansión del mercado.
Sobre el primer punto, Osuna dijo que “proveedores, empleados, inversionistas, tenedores de deuda y hasta el gobierno, vía impuestos, se verán afectados toda vez que perderán recursos económicos que esperaban recibir fruto del ciclo normal del negocio”.
Respecto al segundo punto mencionó que “la propuesta de valor de las aerolíneas low cost busca impactar la demanda primaria. Este modelo, que beneficia la industria al expandir el mercado, se perdería por lo que la velocidad de expansión se ralentizaría y posiblemente la industria de la aviación en Colombia como un todo perdería”.
Según Machado, “sin aerolíneas low cost habría malas noticias para las empresas que dependen del turismo y la industria de viajes, como hoteles, restaurantes, operadores turísticos, entre otros, que se suma a los otros golpes que ha recibido ese sector recientemente”.
“No hay que olvidar que desde éste año se incrementó el IVA en los tiquetes aéreos y los servicios hoteleros, el impuesto al consumo en restaurantes, y el impuesto de renta para las aerolíneas y hoteles, golpeando el turismo”, añadió el docente de los Andes y el CESA.
Para Juan Camilo Pardo, analista de Corficolombiana, “el efecto inmediato del cese de operaciones de ambas aerolíneas implica la reducción de la oferta, que puede tener un impacto sobre los precios de los tiquetes aéreos”.
Según las estimaciones de Corficolombiana, “el flujo de pasajeros nacionales se contraerá un 10,2% en 2023 en comparación con el 1% que hubiera crecido si los casos de Viva Air y Ultra Air no se hubieran presentado. Estimamos que una disminución de 1 p.p. en el flujo de pasajeros reduce en 0,4 p.p. el crecimiento de los ingresos hoteleros y en 0,6 p.p. el crecimiento de la ocupación hotelera en el mismo mes”.
Además, Pardo resaltó que el impacto del cese de operaciones de Viva Air y Ultra Air sobre el sector será heterogéneo. “En San Andrés, Cartagena y Medellín, el porcentaje de mercado a cargo de ambas aerolíneas era mayor al 35%, por lo que anticipamos que su efecto en dichas ciudades sea más fuerte”.
“En los últimos 2 años ha habido un fuerte aumento en el precio del combustible de los aviones, una alta inflación, un incremento fuerte de salarios y un dólar muy elevado que han generado una mayor presión sobre los márgenes de rentabilidad”,
Germán Machado.
No solo es un problema de Colombia
De acuerdo con José Ricardo Botelho, CEO de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), “la industria de la aviación en América Latina y el Caribe está enfrentando grandes desafíos, especialmente por la baja competitividad regulatoria, costos operativos históricamente altos, tasas, impuestos y contribuciones que suman sobrecostos a los precios de los tiquetes aéreos”.
Botelho añadió que “para superar estos obstáculos es urgente que la aviación forme parte de las agendas de Estado y que éstas tracen políticas y líneas de acción colaborativas, a partir del dialogo entre sectores públicos y privados”.
“La industria ha evolucionado en el tiempo. Dejó hace mucho de ser un servicio de lujo para convertirse en un servicio esencial que conecta familias, que genera turismo, que genera negocios para el pequeño y mediano comerciante, que permite la exportación de productos de nuestros países, generando empleos y bienestar socioeconómico”,
José Ricardo Botelho.
El directivo de ALTA también dijo que “el desarrollo de la aviación genera más opciones de conectividad para la población incluso en lugares remotos y, por tanto, más volumen de viajeros, cuyas actividades se traducen en una mayor demanda de servicios de hoteles, taxis, restaurantes, obras de construcción, servicios que también tributan, por lo que la economía, en su conjunto, generará mayores ingresos a los gobiernos y mayores oportunidades de desarrollo para nuestros países”.
