Bogotá — La reforma laboral que impulsa el Gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro, ha encontrado una férrea oposición dentro del gremio de las aplicaciones móviles, especialmente en el negocio del delivery. Pero contrario a la posición de empresas como Rappi, un emprendedor del sector señaló que sí es posible ser rentable si se aprueba y cuestionó los números entregados por la agremiación Alianza In sobre los supuestos empleos que estarían en riesgo.
“No entiendo por qué no le dan los números” a Rappi, se cuestionó el director ejecutivo de la firma de delivery Tu Orden, Gabriel Calderón, quien además de este negocio es propietario de una cadena de comida que decidió retirar de la plataforma del unicornio colombiano por diferencias por el valor de las comisiones.
“Hagamos un calculo. Una orden promedio es de $40.000, cobran de comisión 25%, una tarifa de servicio de 10% al usuario más un domicilio de $6.000 en promedio y el ingreso por una orden es de $20.000. Con eso alcanzamos las plataformas a pagarle a un domiciliario y sacar adelante la operación sin problema”, dijo a Bloomberg Línea.
Contrario a las advertencias de la agremiación de las plataformas digitales, el emprendedor resaltó que sí se puede ser rentable tras la adopción de la reforma laboral, que apunta a formalizar a los trabajadores de las plataformas, y consideró exagerados los cálculos sobre el posible impacto en el empleo.
De acuerdo a la agremiación de plataformas digitales Alianza In, de aprobarse la reforma laboral 80.000 empleos estarían en riesgo en Colombia.
Según cifras de la firma de servicios profesionales KPMG, en 2021 el ecosistema de innovación colombiano tenía 25.261 colaboradores, 55,2% de los cuales se concentran en los sectores de logTech, finTech y retailTech.
“La realidad es que sumando los repartidores de Rappi, Didi, Mensajeros, Urbanos, Picap, Quick y Tu Orden el número no llega a las 20.000. Y de esos, el 80% lo tiene como su principal trabajo. Así que no me dan los números de Alianza In, todos los trabajos se pueden recuperar en la formalidad”, comentó Calderón.
Ya sobre el tema de la rentabilidad de los negocios aseguró: “Si el valor que paga el cliente lo tienes como una vertical de ingreso y no como el ingreso del domiciliario para tenerlo con todo lo de ley, empiezas a hacer resistencia”.
“El caso es que un cliente paga $6.000 por un domicilio y al repartidor le pagó la plataforma $3.000. Y alguien dijo esta semana que pagaron medio billón de pesos a los domiciliarios en 2022 (no lo nombró, pero fue el CEO de Rappi, Simón Borrero). La pregunta es: ¿cuánto fue el recaudo de esos domicilios?, ¿con cuánto se quedó la plataforma y cuánto les tocó a los domiciliarios? De lo que le quedó a la plataforma debió haber hecho facturas a los domiciliarios descontando ese valor y facturándolo como comisión que lleva IVA, ¿eso dónde está reportado?”, cuestionó.
También se refirió a las declaraciones hechas a este medio por parte de Alianza In acerca de que los repartidores no quieren trabajar en un horario de 5 a.m. a 8 p.m.
“Nadie quiere trabajar de 8 a.m. a 5 p.m., nadie quiere cumplir horario, nadie quiere tener jefe, todos queremos horarios flexibles. No es en esta industria, es en todas, pero... ¿por eso los empresarios debemos de dejar de hacer las cosas bien?, señaló.
Por lo anterior, manifestó que el Gobierno debe impulsar “el trabajo digno, que todas personas tengan pensión”, refiriéndose también al caso de los ciudadanos venezolanos que trabajan en estas plataformas.
“Todos tenemos algún familiar o un conocido que esta entre los 60 y 80 años y no tiene acceso a una pensión, sobrevive de la ayuda la familia o todavía trabaja, cuando ya debería tener un ingreso asegurado. (…) Hoy en día nadie quiere pagar pensión, piensan que nunca se va a llegar a la edad. La realidad es que la mayoría llegaremos y necesitamos tener una vejez digna”, remató.
En entrevista con Bloomberg Línea, el viceministro de Relaciones Laborales e Inspección colombiano, Edwin Palma Egea, opinó que en el debate sobre la reforma laboral se está apelando a “la exageración como estrategia”.
“Exagerar el impacto de la forma – eso también es estratégico- para hacerlo comestible ante la opinión pública, pero sin entrar en el detalle de artículo por artículo, de propuesta por propuesta. Con eso simplifican el debate”, opinó.
En todo caso reiteró que desde el Gobierno son flexibles y que sigue siendo fundamental intentar llegar a un acuerdo que facilite el trámite legislativo.
Añadió que el mensaje que quieren transmitir es que no tienen “interés de destruir ni a la plataforma, ni al sistema, ni esta forma de trabajar. Lo que queremos es llevar allí derechos humanos laborales que hoy se están llevando en todas partes del mundo”.
“Nosotros hemos dicho: el trabajador puede conectarse a las horas que estime. La plataforma, la misma tecnología, debe ayudar a calcular esas horas de corrección, esas horas de disponibilidad y convertirlas en aportes a la seguridad social. Eso lo permite la tecnología. El articulado es claro”, opinó.
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