Días atrás, el presidente de Bolivia, Luis Arce, había mencionado la posibilidad desarrollar una alianza del litio con Argentina, Perú y Chile, pero este último país, que actualmente es el segundo productor mundial de esta materia prima después de Australia, respondió que no está interesado.
El canciller chileno, Alberto van Klaveren, aclaró que cada país tiene su propia política en materia del litio, pero dentro de esa diversidad existen espacios de intercambio de experiencias, académico y científico, “pero no hasta el punto de integrar una suerte de alianza productiva”, ya que, según su óptica, “cada país tiene ahí una realidad que es distinta y esa realidad se proyecta en sus relaciones exteriores”.
“Cuando hablamos de desarrollo regional, también tenemos que pensar en nuestro propio territorio y que estos beneficios de la explotación del litio puedan también centrarse en las regiones donde se produce”, dijo van Klaveren.
Las declaraciones del canciller chileno fueron en el marco de su participación en un homenaje en favor de dos estudiantes bolivianos que murieron al inicio de la dictadura de Augusto Pinochet. Se trata de Ignacio Soto y Jorge Ríos, estudiantes de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), que fueron detenidos y ejecutados en septiembre de 1973.
¿Qué había dicho Arce?
“Estamos dispuestos a diseñar de manera conjunta una política que asegure la posición de nuestros países como proveedores de este tipo de energía en condiciones soberanas que favorezcan a nuestros pueblos”, había señalado el mandatario boliviano la semana pasada.
“No queremos que nuestro litio esté en los ojos de ningún Comando Sur ni sea motivo de desestabilizaciones a gobiernos democráticamente electos o acosos externos”, añadió.
Bolivia: de ser la Arabia Saudita del litio a no producir litio
Por el momento, Bolivia no figura en el mapa mundial de la producción de litio. Ni mucho menos en el de la exportación. Es la gran promesa incumplida de este sector, más allá de que el Gobierno lanza continuamente proyectos faraónicos en torno al mineral.
En ocasiones se ha dicho que Bolivia puede llegar a ser “el Arabia Saudita del litio”, pero cuando uno mira los datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos respecto de en qué países hay reservas litio, Bolivia no figura. Aunque, al mismo tiempo, es el país con más recursos de litio. ¿Cuál es la diferencia?
- Los recursos de litio se refieren a una cantidad estimada de litio que existe en la tierra, en una zona geográfica en particular. Los recursos de litio se miden en términos de toneladas y pueden incluir depósitos de litio conocidos, pero aún no explotados y depósitos de litio potenciales que se cree que existen en la zona, pero que aún no se han descubierto o evaluado.
- En cambio, una reserva de litio es una parte de un recurso de litio que ya se ha evaluado y se espera que sea económica para la producción y venta. Para que una reserva de litio sea considerada como tal, se requiere una evaluación exhaustiva de los depósitos de litio conocidos, y se deben determinar aspectos tales como la cantidad y calidad del litio presente, la forma en que el litio puede extraerse y procesarse, el costo de producción, y el precio esperado del litio.
