Bloomberg — La Cámara de Diputados de Chile, reconocido como uno de los países más seguros de América Latina, aprobó el miércoles una serie de proyectos de ley que otorgan más poderes a las fuerzas de seguridad y endurecen las penas tras el asesinato de dos policías en un lapso de 15 días.
Los diputados aprobaron por abrumadora mayoría los proyectos de ley en medio del fuerte rechazo por el aumento de la delincuencia que ha debilitado el apoyo del presidente Gabriel Boric. Los proyectos de ley se despacharán ahora al Senado para continuar su discusión.
Los legisladores se reunieron en sesiones especiales esta semana para acelerar la tramitación de los proyectos de ley después de que los últimos asesinatos aumentaran la percepción entre algunos grupos de que la inmigración masiva estaba alimentando una ola de delitos. Los proyectos de ley aprobados ayer otorgan a la policía mayores facultades para controlar a inmigrantes y detenerlos si no portan un documento de identidad. Aunque la tasa de homicidios en Chile ha aumentado en los últimos años, sigue siendo menos de una cuarta parte de la de países como Brasil o México, y muy inferior a la de Estados Unidos.
A pesar del respaldo en la Cámara de Diputados, los proyectos de ley podrían causar fricciones dentro de la coalición gobernante de Boric, ya que hay quienes los critican por reducir la responsabilidad penal de la policía en la lucha contra la delincuencia, como accidentes causados durante persecuciones de vehículos o disparos de la policía.
“En lugar de eso, tenemos una alternativa que cumple el mismo objetivo, pero que es mucho más precisa, mucho más quirúrgica, y tiene todos los elementos que hay que contemplar aquí, si no queremos pasar a ser países en que se valida el gatillo fácil”, dijo el miércoles la ministra del Interior, Carolina Tohá, y se comprometió a revisar varios artículos en el Senado.
El Gobierno de Chile aceleró la discusión de estos proyectos de ley contra la delincuencia tras el asesinato la semana pasada de una carabinera uniformada, Rita Olivares, durante un operativo en la ciudad de Quilpué. Otro funcionario policial fue asesinado hace dos semanas durante un control de tráfico. Con esto ya son cinco los policías asesinados en los últimos 10 meses.
Con estas medidas, el presidente Gabriel Boric intenta mejorar sus credenciales de “mano dura contra la delincuencia”, mientras sus índices de aprobación siguen cayendo. Boric fue abucheado cuando asistió al funeral de la carabinera Olivares. Según una encuesta de Cadem, su índice de desaprobación subió al 65% en la semana hasta el 26 de marzo y su aprobación cayó al 30%.
Boric fue criticado por indultar en diciembre a varias personas que habían sido condenadas por delitos durante el estallido social que comenzó a fines de 2019. Una encuesta de Activa Research reveló que la delincuencia es la principal preocupación de los chilenos.
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