Kim Jong Un amenaza con usar armas nucleares tras arribo de portaaviones de EE.UU.

Corea del Norte ha desplegado nuevas armas para ataques nucleares y ha prometido una respuesta sin precedentes a los simulacros militares conjuntos entre EE.UU. y Corea del Sur

Por

Bloomberg — El líder Kim Jong Un afirmó que Corea del Norte está preparada para utilizar armas nucleares “en cualquier momento y en cualquier lugar”, lanzando una nueva amenaza mientras un grupo de portaaviones estadounidenses llega a Corea del Sur.

Kim hizo estos comentarios mientras visitaba una instalación de producción de bombas nucleares, informó el martes la Agencia Central de Noticias de Corea. Los medios de comunicación estatales difundieron imágenes de Kim junto a oficiales militares entre su arsenal de cabezas nucleares.

Kim reiteró su llamamiento a aumentar exponencialmente el arsenal nuclear norcoreano, cuyo “objetivo es defender la seguridad eterna del Estado y la paz y estabilidad regionales de la A a la Z”. La visita a las instalaciones se produjo en un momento en que Corea del Norte ha desplegado en las últimas semanas nuevas armas para lanzar ataques nucleares y ha prometido una respuesta sin precedentes a los simulacros militares conjuntos entre EE.UU. y Corea del Sur.

“Se trata de una mejora significativa en el tamaño respecto a las armas nucleares norcoreanas anteriores, y posiblemente un avance en el diseño”, dijo en Twitter George William Herbert, profesor adjunto del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales, sobre las ojivas mostradas en las fotografías.

Se calcula que Corea del Norte tiene entre 80 y 90 cabezas nucleares, según un documento publicado en enero por el Instituto Coreano de Análisis de la Defensa, con sede en Seúl, que añade que Kim aspira a tener entre 100 y 300 a largo plazo.

El grupo de portaaviones USS Nimitz tiene previsto llegar a Busan el martes como parte de los esfuerzos para reforzar la postura militar combinada de los aliados, según ha informado el Ministerio de Defensa de Corea del Sur. Corea del Norte elevó las tensiones a nuevos niveles la última vez que un grupo de portaaviones de la Armada estadounidense estuvo en Corea del Sur, hace unos seis meses, lo que incluyó el lanzamiento de su primer misil sobre Japón en cinco años.

Aquella visita del grupo de portaaviones USS Ronald Reagan incluyó ejercicios antimisiles en los que también participaron Corea del Sur y Japón, lo que levantó las iras de Pyongyang.

Aunque no se ha anunciado la realización de nuevos ejercicios conjuntos entre los tres para esta visita del USS Nimitz, el grupo de portaaviones realizó el lunes ejercicios con la armada de Corea del Sur como parte del entrenamiento de campo conocido como Escudo Guerrero.

Corea del Norte probó el lunes dos misiles balísticos de corto alcance, que se suman a su andanada de las últimas semanas, que ha incluido dos misiles balísticos intercontinentales diseñados para lanzar una cabeza nuclear al territorio continental de Estados Unidos y una docena de cohetes que podrían utilizarse en ataques nucleares contra Corea del Sur y Japón. Estas dos naciones albergan la mayor parte del personal militar estadounidense en la región.

Entre las nuevas armas lanzadas por el régimen de Kim figura un dron submarino que, según afirma, puede lanzar un ataque nuclear capaz de causar un “tsunami radiactivo”. El Ministerio de Defensa de Corea del Sur dijo el lunes que dudaba de las afirmaciones de Corea del Norte.

Corea del Norte, que había disparado 15 misiles balísticos desde el 18 de febrero, lleva años calificando los simulacros conjuntos de preludio de una invasión y una guerra nuclear. Estados Unidos y Corea del Sur anunciaron en enero planes para intensificar la escala de sus ejercicios militares. Japón, al que Corea del Norte considera un enemigo mortal, también se ha unido a algunos de los ejercicios en los últimos meses.

Los simulacros se redujeron o detuvieron bajo el mandato del expresidente Donald Trump para facilitar sus conversaciones con Kim. El arsenal de armas nucleares de Corea del Norte no ha hecho más que crecer y hacerse más potente a medida que las conversaciones fracasaban.

Lee más en Bloomberg.com